El control emocional se desbordó cerca del mediodía de este jueves y sus consecuencias dejaron como resultado un estudiante muerto por linchamiento, una práctica rechazada por toda la sociedad por cuanto no se debe tomar la justicia de modo propio.
La víctima de esta salvaje acción es el estudiante Enyorlan Enrique Gudiño Rincón (18), quien cursaba quinto año en el liceo Dr. Pastor Oropeza, ubicado en la carrera 36 entre calles 26 y 27, en el barrio la Voz de Lara.
Vivía en el sector La Esperanza, en la comunidad de San Jacinto, al norte de la ciudad.
Una fuente policial señala que este joven, en compañía de otro sujeto, irrumpieron armados en la tapicería Juventus, situada en la avenida Libertador entre calles 24 y 25, y uno de ellos dio muerte a Yober Rafael Giménez (44), de un impacto de bala que le penetró el lado derecho del pecho.
Revela la fuente que ambos obligaron al tapicero a que les diera las llaves de una camioneta que arreglaba, pero el trabajador les dijo que las tenía el dueño quien para el momento no se hallaba en el local.
Esta explicación les habría hecho pensar que el tapicero les mentía y fue cuando uno de ellos le disparó.
De inmediato se generó un revuelo en el lugar.
Por un lado Giménez cayó al suelo herido, por el otro escapó uno de los sujetos y lo peor llegó cuando un grupo de personas se la abalanzó al estudiante y acabó con su vida.
Tres heridas penetrantes con arma blanca recibió el muchacho en distintas zonas de la espalda por la turba; un impacto de bala en la mano izquierda y una herida abierta en el labio superior.
Quedó muerto en el sitio y su cadáver fue levantado y llevado a la morgue, por una comisión del Eje de Homicidios del Cicpc, subdelegación Barquisimeto.
Una pistola fue colectada en el lugar por el Cicpc, aparentemente la que cargaba el futuro bachiller.
En tanto, Giménez fue auxiliado por sus compañeros de labores y trasladado hasta la emergencia del Hospital Central Universitario Dr. Antonio María Pineda, donde ingresó sin vida.
Giménez dejó una niña de 5 años y un varón de 9. Vivía con su esposa y los hijos en la carrera 9 entre calles 4 y 5 del sector San José.
Sus primas hermanas Deiyimar, Yenny y Gloria, y su amiga de infancia Lesbia Rodríguez lo describieron como un hombre ejemplar y trabajador, dedicado a su familia, sobre todo a su madre quien está operada de corazón abierto, de quien estuvo pendiente.
Por su parte, Solángel Gudiño, tía del estudiante, dijo que él fue criado por su abuela paterna, con quien vivía. Precisó que era un excelente alumno, con sueños de convertirse en guardia nacional o cicpc. Dejó a su pareja embarazada de dos meses.
