Entre el alcalde mayor y el Presidente

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En Venezuela, en donde no existe independencia ni autonomía entre los Poderes Públicos y las instituciones de mayor jerarquía jurídica y política, no gozan del reconocimiento y fiel distinción del Ejecutivo Nacional, se suscitan hechos inéditos, que ante propios y extraños ponen en evidencia, que el primer magistrado, incumple las funciones de su alto cargo, sin la serena ponderación y ecuanimidad que le son características, de modo que el apego a la sindéresis y la cortesía, contribuyen, en estilo institucional, a la mejor realización de los fines del Estado.
Tales circunstancias, que persisten en forma sistemática y continua, acentúan esos casos del ejercicio anómalo del poder, que hasta se llega a prácticas embarazosas en las actuaciones de gobierno que, sin excepción de ninguna índole, debe conducirse al amparo de normas y escalas compatibles y cónsonas, en aras de una expedita y cabal administración, inherente con la naturaleza y categoría del asunto y de su alta potestad y competencia respectiva.
Es que ha despertado preocupación en el ánimo público, el desusado y desatinado trato que el mandatario Nicolás Maduro, utilizó para con el Alcalde Mayor, doctor Antonio Ledezma, al dictar velada orden a la Fiscalía General de la Republica, proceda a hacer una averiguación, a fin de conocer si el máximo Magistrado Municipal, cometió acto de traición a la patria, en su reciente visita a los Estados Unidos, en gestiones con Alcaldes de Miami, de quienes recibió institucional y deferente invitación. El señor Maduro se fue de bruces y omitió, que es en el espíritu donde la Patria se integra y se realiza, lo que despeja cualquier duda al respecto.
Además, el señor Maduro se lleva de plano el privilegio de autonomía de que goza inamoviblemente el Alcalde Mayor y  que este privilegio es de limpia estirpe constitucional. Así mismo, se aprecia con extrañeza, el irrespeto que apareja la averiguación en curso, por las virtudes paradigmáticas y por la honra y distinción de ser la Primera Autoridad Civil de la Capital de la Republica, como legitimo vocero de un mandato popular, de limpia e intransferible investidura democrática. El Alcalde Mayor no vino a reunirse en el Pentágono, en gestiones armamentistas, ni en sospechosas relaciones con representantes del capitalismo; ni vino con cuantiosa compañía de boato y de suntuosidad saudita, ni haciendo derroche incontrolado de las finanzas públicas. Vino a una misión de carácter municipal, a entrevistarse con funcionarios de su misma estirpe y categoría, inspirada en relaciones de integración, solidaridad y convivencia interamericanas.
Es ofensivo al honor nacional y a la dignidad de la Municipalidad, que se instruya una averiguación penal contra el Alcalde Mayor, por tan avieso propósito. Parece que el Presidente Maduro, ignora que la política de este Siglo XXI también esta polarizada, son útiles y procedentes los encuentros y reuniones internacionales. Una situación si debe destacarse. Al país lo visitan con frecuencia hombres de gobierno, presidentes, representantes de altas instituciones, en diversos asuntos y relaciones. Es de notar que los señores Evo Morales, Rafael Correa, Raúl Castro y Daniel Ortega, usan y abusan de los medios de comunicación, indebidamente, hacen injerencia en asuntos de nuestro absoluto dominio y esta actitud es de tal magnitud, que menoscaban y ofenden a nuestros partidos y organizaciones democráticas, con este proceder repudiable, porque se agrede al gentilicio y el honor venezolano. De parte del Estado, ni de otro ente que lo represente o identifique, no ha surgido voz o reclamo, para refutar, este trato irrespetuoso y denigrante de la dignidad nacional.
Es ineludible y necesario que el Estado Venezolano disponga de un organismo o de un ordenamiento institucional, que defienda el gentilicio de estas acechanzas o actitudes, en tal forma que conserve y defienda el honor y majestad de la nación y de sus valores humanos. Observemos como la vecina Colombia, ha marcado pauta en tal sentido. Nos ha demostrado, que la hermana Republica, defiende con honor y ahínco la institución de los ex presidentes y con honor y gala, siguiendo solicitud del Ex Presidente Pastrana y el respaldo del Presidente Santos, se han puesto al lado del Ex Presidente Uribe, en acto que consideran común testimonio del honor y de la dignidad nacional.
Cuando la fe en la razón vacila, el hombre no puede vivir ni convivir.

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