Una comunicación enviada por el Departamento de Liturgia de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) dio la alerta a todos los obispos del país, con respecto a la escasez de vino para la consagración correspondiente a las eucaristías.
“…Industrias Pomar, fabricante del vino Ecclesia, autorizado en Venezuela para la elaboración del vino de la eucaristía, no puede garantizar la producción constante y distribución regular por la falta de algunos insumos para embotellar dicho producto”, reza el encabezado de dicho comunicado.
Al parecer, la obtención de divisas se torna difícil para los agentes importadores y, en este sentido, la Iglesia católica venezolana exhorta a las diócesis, en primer lugar, a la oración para que Dios muestre su providencia y, al mismo tiempo, solicitan cuidado en la administración del vino.
“De ser imposible la obtención del vino para la misa, certificado por otra conferencia episcopal, se utilice un vino que sea lo más puro y natural posible”, expresa otro párrafo de la misiva.
De acuerdo a la Comisión Episcopal de Liturgia, Música y Arte Sagrado; Pastoral de Santuarios, Peregrinaciones y Causas de los Santos, a tenor de lo establecido en el numeral 322 de la instrucción del Misal Romano: “El vino para la celebración eucarística debe ser producto de la vid… natural y puro, es decir, no mezclado con sustancias extrañas”.
De allí que hagan la advertencia de evitar comprar vinos a los que agregan azúcar como es el caso del vino judío o tipo espumoso, aromatizados, quinados, combinados con otras frutas entre otras características que no se ajustan al rito sagrado.
Más adelante, el comunicado de la Comisión de Liturgia de la CEV explica: “En extrema necesidad y hasta que esta coyuntura de producción y distribución de vino de misa por parte de Industrias Pomar, y la imposibilidad de importarlo se solventen, se podrían usar provisionalmente vinos chilenos o argentinos, franceses, españoles e italinaos (blanco o tinto) de buena calidad”.
“Que cambie la crisis político -social”
Mientras tanto, el vicario de la Arquidiócesis de Barquisimeto, el padre Oswaldo Araque, convidó a los creyentes a elevar oraciones a Dios para que se supere el problema que afecta uno de los aspectos religiosos más importantes de la Iglesia: la sagrada eucaristía.
Sin embargo, también dejó clara su preocupación por la situación político-social que ocasiona la crisis económica del país. “Detrás de la falta de vino y de harina (para la elaboración de las hostias) está una dura situación política y de la sociedad que sin duda nos afecta a todos, trastocando incluso la economía de todos los venezolanos”, expresó.
“Sabemos que Dios proveerá, pero es necesario que los católicos mantengamos esa confianza. Mientras tanto a los sacerdotes, les exhorto a ser muy cuidadosos y cumplir a cabalidad la instrucción de la CEV en no utilizar vinos mezclados que no son los adecuados para la consagración en las eucaristías”, agregó.
Persiste la ausencia de la materia prima
Por otra parte, la Iglesia católica tiene dificultad para la elaboración de las hostias, hechas con harina de trigo. En nuestro país, la congregación Siervas del Santísimo es la única que lleva a cabo esta hermosa tarea.
El estado Lara cuenta con la bendición de tener dos casas dedicadas a la fabricación de las hostias que luego consagran los sacerdotes; una está en Carora, municipio Torres, y otra en la carrera 16 con calle 29 de Barquisimeto, donde funciona el Santuario de Nuestra Señora de la Paz.
Otras de las casas de la congregación funcionan en Valencia y Miranda. Se trata de un pesar que afecta los creyentes, en especial aquellos comprometidos dentro de algún servicio pastoral. Y son precisamente los integrantes de grupos de apostolados como el de la Legión de María y Ministros de la Comunión quienes más se lamentan de la escasez.
Son apostolados que basan el servicio en la entrega de la comunión a los enfermos, aquellos sin posibilidad de moverse de la cama, sillas de ruedas, por múltiples razones; sea por impedimentos físicos, vejez o distancia entre el lugar de residencia y el templo.
“La comunión es el alimento espiritual para los enfermos. Cada vez que visitamos al enfermo lo primero que nos preguntan es ¿dónde está mi Señor? porque lo reconocen en la fracción del pan”, reflexionó la legionaria Eva López.
La hermana Kelly, superiora en nuestra ciudad de la congregación Siervas del Santísimo, en varias oportunidades ha manifestado la preocupación que genera obtener la materia prima. Si bien existen personas generosas que ofrecen donaciones, la caridad no ocurre todo el tiempo y tienen que estar en la constante búsqueda de la harina.
¿Qué dicen las Sagradas Escrituras?
“Llegada la hora, Jesús se puso a la mesa con los apóstoles y les dijo:
Yo tenía gran deseo de comer esta Pascua con ustedes antes de padecer. Porque les digo que ya no la volveré a comer hasta que sea la nueva y perfecta Pascua en el Reino de Dios.
Jesús, aceptando una copa, dio gracias y les dijo: tomen esto y repártanlo entre ustedes, porque les aseguro que ya no volveré a beber del fruto de la vid hasta que llegue el Reino de Dios.
Después tomó pan y, dando gracias, lo partió y se lo dio diciendo: esto es mi cuerpo que es entregado por ustedes (hagan esto en memoria mía. Hizo lo mismo con la copa después de cenar, diciendo: esta copa es la alianza nueva sellada con mi sangre, que es derramada por ustedes).
Así lo expresa el evangelio según San Lucas, en el capítulo 22, desde el versículo 14 al 20.
Mientras que en Juan, capítulo 6, del versículo 48 al 52, dice:
“Yo soy el pan de vida. Sus antepasados comieron maná en el desierto, pero murieron: aquí tienen el pan que baja del cielo, para que lo coman y ya no mueran.
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá para siempre. El pan que yo daré es mi carne, y lo daré para la vida del mundo.
…En verdad les digo que si no comen la carne del Hijo del Hombre y no beben su sangre, no tienen vida en ustedes”.
Monseñor González: “La escasez es temporal”
Monseñor Jesús González Zárate, secretario general de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), explicó que si bien existe una problemática para obtener el vino para consagrar, la destilería a cargo de la elaboración del vino Ecclesia, prometió la normalización de la producción para principios del mes de junio.
“Esperamos que la producción mejore y ya no tengamos de qué preocuparnos. Nuestro llamado a los sacerdotes, es porque son ellos los encargados de velar por la eucaristía.
No podemos caer en pánicos ni pensar que ya no tendremos vino; debemos confiar en la providencia divina que se encarga de someter todo a los pies de Cristo”, explicó vía telefónica a EL IMPULSO.
Fiesta espiritual
El vino que servían en la mesa del pueblo de Israel, dijo monseñor González Zárate, simbolizaba la fiesta, el gozo. En nosotros los cristianos, agregó, la alegría pascual está presente porque se recuerda el triunfo de Jesucristo sobre la muerte, se cumple el plan de Salvación de Dios.
Por último, recomendó a los cristianos a seguir participando de la santa misa con gran devoción y espiritualidad para valorar la presencia de Jesús en la fracción del pan y, al mismo tiempo, llenarse de su amor para luego comunicarlo a los demás.
Los laicos ya están en oración
En varios templos católicos de la ciudad, durante este domingo 12 de mayo, se leyó el comunicado de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) con la intención de informar a toda la feligresía acerca de la situación de los vinos para consagrar y también para exhortarlos a la oración.
Desde ayer, los laicos comenzaron con sus oraciones personales para lograr la solución a esta realidad que impide contar con suficiente vino para las iglesias de todo el terrotorio nacional.
Este lunes con el día de Nuestra Señora de Fátima, varios devotos de la Virgen María elevaron sus oraciones a la Madre de Dios, a fin de contar con su mediación y finalmente superar la escasez del vino.
Con novenas y oraciones comunitarias, también ruegan a Dios por la normalización de la producción de vino que se convierte en la Sangre del Señor con la oración que sólo puede hacer el sacerdote.