#COLUMNA Soliloquios de Café: ¿Tiempos difíciles? #13Abr

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El general Douglas MacArthur (1880-1964) fue una figura destacada en los acontecimientos durante y después de la Segunda Guerra Mundial. A principios de 1942, al frente de las fuerzas estadounidenses, superadas en número, en Filipinas, el general MacArthur rezaba esta oración por su hijo Arthur.

Cito:

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“Construye para mí un hijo, oh Señor, que sea lo suficientemente fuerte para saber cuándo es débil y lo suficientemente valiente para enfrentarse a sí mismo cuando tenga miedo; uno que sea orgulloso e inflexible en la derrota honesta, y humilde y gentil en la victoria.

Construye para mí un hijo cuyo hueso de la esperanza no esté donde debería estar su columna vertebral; un hijo que te conozca a Ti y que conózcase a sí mismo es la piedra fundamental del conocimiento.

Guíalo, te ruego, no por el camino de la facilidad y la comodidad, sino bajo el estrés y el acicate de las dificultades y los desafíos. Que aprenda aquí a resistir la tormenta; que aprenda aquí a tener compasión por quienes fracasan.

Edifícame un hijo cuyo corazón sea limpio, cuya meta sea elevada; un hijo que se domine a sí mismo antes de intentar dominar a otros hombres; uno que aprenda a reír, pero que nunca olvide cómo llorar; uno que busque el futuro, pero que nunca olvide el pasado.

Y después de que todo esto le sea suyo, añádele, te ruego, suficiente sentido del humor, para que siempre sea serio, pero nunca se tome demasiado en serio. Dale humildad, para que siempre recuerde la sencillez de la grandeza, la mente abierta de la verdadera sabiduría, la mansedumbre de la verdadera fuerza. (F de C.)

Se dice que el cielo se está encapotando, y para mí, eso anuncia tempestad. Ante declaratorias de emergencia debemos prepararnos y pensar en forma “anticipada”, significa que debemos anticiparnos a los tiempos “difíciles”.

Anticiparse significa pensar en las verdaderas posibilidades en vez de las probabilidades. Pensar con las probabilidades puede significar que una persona que vaya a la bancarrota, y desarrollara una actitud de indignación, tendría muy pocas probabilidades de tener éxito. Sin embargo, el pensamiento de la posibilidad dice:

¡Date una oportunidad!

¡Siempre has tenido el deseo de inspirar a otros!

Además, ¡no debes permitir que tus circunstancias presentes determinen tus posibilidades futuras! ¡Adelante! ¡Todo es posible! Por lo tanto, debemos concentrarnos en las posibilidades. Adicional a ello, pensar de forma anticipada significa proyectarnos, anticiparnos a las necesidades y a los planes de otros hacia futuro, esto significa ser como una hormiga, una de las criaturas más increíbles que Dios ha hecho, ella piensa por anticipado y se prepara para el invierno durante todo el verano. No obstante, eso no es lo más sorprendente con respecto a la hormiga, ella cuenta con una disposición de preparación. Una disposición ganadora. Estos insectos alcanzan su meta y mucho más. Si uno pone un trozo de pan frente a una hormiga y luego pone una fila de ladrillos entre el pan y la hormiga, ella hará lo que sea necesario para llegar hasta el pan, irá alrededor de los ladrillos o se subirá a ellos, inclusive cavará por debajo de estos, lo cierto es que va a llegar hasta donde está el pan.

Podemos estar seguros de que el problema es que la mayoría de las personas no programamos nuestras mentes de una forma efectiva, decimos que queremos alcanzar nuestras metas, pero unos pocos están realmente comprometidos en alcanzarlas.

Por ello, para tener un enfoque mental de ganador debemos estar dispuesto a continuar, pese a los obstáculos, preparemos nuestra mente y comprometámonos a lograr las metas sin ansiedad ni vacilación. Cuando procedamos así, lograremos conseguir más.

Los cantantes… cantan, los bailarines… bailan, los corredores… corren, y…

Los ganadores… ¡Ganamos!

Los ganadores encuentran la forma de ganar, es posible que no sepan exactamente cómo van a ganar, pero lo que sí es seguro es que encontrarán la forma de hacerlo. 

Existen personas como Magic Johnson, la estrella del baloncesto que se convirtió en empresario, desarrolló su actitud ganadora cuando todavía era adolescente, ello le ayudó a conseguir resultados asombrosos; cuando estaba en la secundaria, condujo a su equipo a ganar el campeonato estatal. Cuando estuvo en la universidad, propició que su equipo ganara el campeonato nacional. Cuando entró a las filas del baloncesto profesional, condujo a su equipo a ganar el campeonato de la NBA. Cuando fue infectado con el virus del VIH, muchos pensaron que sus días estaban contados; pero de nuevo, su actitud de ganador le ayudó a luchar. Mientras luchaba para cuidar y proteger su salud, entró en el mundo de los negocios y de nuevo consiguió ganar, así se ha convertido en uno de los empresarios más prolíficos de América, encontramos teatros y restaurantes Magic Johnson, tiendas de café Starbucks y proyectos de desarrollo de vivienda. Magic Johnson ha demostrado una vez más que los ganadores ganan. Ha logrado vivir exitosamente con el virus del VIH por más de 15 años.

¡Los ganadores no siempre saben cómo es que van a ganar, sencillamente esperan ganar!

Maximiliano Pérez Apóstol

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