Es necesario que la Mesa de la Unidad Democrática ejerza mayor presión sobre la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia, a fin de que se agilice el proceso de la constitución de la Sala Electoral, expresó el Dr. José Gregorio Zaá, especialista en materia electoral.
Ya se logró la recusación contra dos magistrados -la presidenta Yanet Madriz y el vicepresidente, Malaquías Gil- y fue designado como presidente Fernando Vega.
Madriz fue diputado del Parlamento Latinoamericano hasta el 2010, y Gil, dos veces consecutivas, diputado a la Asamblea Nacional por el estado Trujillo.
Falta la designación de los demás inegrantes para que una vez que se estructure la Sala Electoral, se pueda lograr la admisibilidad de los dos recursos intentados por Henrique Capriles y el Comando Simón Bolívar: el primero plantea la anulación de todo el proceso electoral y el segundo, es mucho más concreto, pues, está referido a más de cinco mil mesas y se solicita la nulidad de las actas de escrutinios en igual número.
Siguiendo el camino democrático y jurídico, Capriles reconoció al árbitro electoral y solicitó la revisión de los resultados a través de un recuento que había sido acordado por el Consejo Nacional Electoral; pero, al final, la decisión de este organismo fue la de realizar una auditoría chucuta, como es la constatar actas de escrutino con respecto a los comprobantes de votación.
La rectora Socorro Hernández en declaraciones dadas a los medios de comunicación social aseveró que no hay alteración en los resultados ya anunciados por el CNE con la verificación ciudadana que se está realizando.
El Comando Simón Bolívar, como se sabe, solicitó una auditoría sobre más de 37 mil mesas para desde el punto de vista matemático, estadístico y forense, hacer una revisión cabal con el fin de determinar cuántas personas votaron, además del registro de incidencias del sistema autenticado integrado de votación, la depuración efectiva del registro para constratar los 200 mil fallecidos y todos los demás aspectos relacionados con el proceso comicial.
El CNE, a sabiendas que iba a quedar desnudo en cuanto a los resultados dados a conocer, no aceptó realizar la auditoría exigida, privando las instrucciones del ilegítmo mandatario Nicolás Maduro.
El recuento que se está haciendo es sobre unas 300 mesas y, por lo tanto, tienen sustentación los recursos intentados por Capriles y el Comando Simón Bolívar, porque la diferencia dada por el organismo electoral es de unos 224 mil votos entre Maduro y Capriles; pero, existen denuncias de más de cinco mil incidencias.
La Mesa de la Unidad debe mantenerse muy alerta porque los recursos que han sido introducidos, de ser admitidos, tienen un proceso muy largo, ya que deben presentarse pruebas que deben ser evaluadas.