Hace más de un año un grupo de familias de las llamadas sin techos ocupó un lote de terreno ubicado en el sector Brisas de Los Mangos, detrás de la manga de coleo de Sarare, con la esperanza de no tener que seguir rodando de un lado a otro por no disponer de una vivienda donde guarecerse.
Luego de barajar varios nombres acordaron denominar el lugar como La Nueva Esperanza y comenzaron a hacer gestiones para legalizar la posesión del terreno y no tener problemas con quienes afirmaban ser sus dueños.
“Yo había rodado mucho de un lado a otro con mis tres hijos, alquilados, arrimados con familiares, hasta que aquí hallamos una esperanza de terminar con eso y ya tengo mi ranchito que, con la ayuda de Dios, algún día me lo cambiarán por una casa buena”, dice Jenny Torres, una de las habitantes de La Nueva Esperanza.
“Todo lo venimos haciendo legalmente y gracias a Dios todo va por buen camino porque ya la alcaldía nos legalizó el terreno”, expresó César Rangel, uno de los líderes de la ocupación.
Explicó que se trata de 55 parcelas divididas en cuatro manzanas para igual número de familias, además de un lote para un parque infantil y otro para un consultorio popular.
Lo del parque lo consideran prioritario por la gran cantidad de niños allí existentes.
Todo está organizado y hasta disponen de un plano que les elaboraron en Catastro de la alcaldía de Simón Planas a fin de que se logre un desarrollo habitacional bien planificado.
Daniel Cañizales, otro vecino, informó que existen tres proyectos para 65 viviendas, separadas y unidas, y sólo esperan la conformación del consejo comunal para hacer los trámites correspondientes.
“Afortunadamente hemos recibido mucho apoyo por parte de la alcaldía que nos arregló las callecitas y estamos esperando para la instalación del cableado de la electricidad pues actualmente lo tienen de manera provisional.
También les dotaron de tanques para el agua que les llega en camiones cisternas, aunque en el sector que ocupan existen dos pozos profundos de los que pueden surtirse directamente pero les falta instalen motores a las bombas y tuberías, lo que aspiran les haga Hidrolara.
Los vecinos de La Nueva Esperanza están exigiendo también la construcción de un puente sobre la quebrada La Corteza para comunicarse con el centro de Sarare pasando por el barrio El Milagro, así como la canalización de la misma para evitar inundaciones.
“Tenemos muchas esperanzas de que si no es este, el próximo año podamos ve el inicio de un plan de viviendas, aunque algunos ya han comenzado a construir sus casas de bloques por sus propios medios, poco a poco, de acuerdo con los recursos económicos disponibles”, coincidieron Jenny Torres, César Rangel y Daniel Cañizales.
