Un momento inesperado y mágico se vivió en el océano Atlántico cuando una manada de delfines rodeó la cápsula SpaceX Dragon minutos después de su amerizaje, brindando un recibimiento inusual a los astronautas que regresaban tras nueve meses en el espacio.
Los tripulantes Barry “Butch” Wilmore, Sunita “Suni” Williams, Nick Hague y Aleksandr Gorbunov amerizaron el pasado martes 18 de marzo frente a la costa de Florida, completando así una misión que, aunque estaba planeada para durar menos de diez días, se prolongó significativamente debido a problemas técnicos con la nave.
Un “comité de bienvenida” inesperado
Imágenes captadas por drones de la NASA mostraron el instante en que los delfines nadaban en círculos alrededor de la cápsula, justo cuando el equipo de rescate se dirigía hacia la nave para verificar el estado de los astronautas.
“La tripulación 9 recibió visitas sorpresa tras amerizar esta tarde”, escribió la NASA en X (anteriormente Twitter), compartiendo el video del inesperado encuentro con los delfines, apodados como el “comité de bienvenida no planeado”.
El comportamiento de los delfines, explicado por expertos
Kate Tice, gerente de ingeniería de SpaceX, se mostró entusiasmada por el avistamiento y destacó la presencia de una “manada de delfines adorable”, según declaraciones recogidas por The New York Times.
Por su parte, el biólogo marino Todd Speakman, de la Fundación Nacional de Mamíferos Marinos, explicó que estos animales, probablemente delfines Stenella, suelen habitar cerca de la costa del Golfo y que su comportamiento fue una respuesta natural a la actividad en el agua.
“Con tanta actividad, son animales curiosos, así que vendrán a echar un vistazo”, afirmó Speakman.
Un regreso a la Tierra lleno de emociones
El retorno de los astronautas marcó el final de una misión histórica, que comenzó en junio de 2024 con la llegada de Wilmore y Williams a la Estación Espacial Internacional (EEI). Lo que sería una breve estadía se extendió a nueve meses, debido a fallas técnicas en la nave.
Afortunadamente, el amerizaje fue exitoso y, además de los equipos de rescate, los astronautas fueron recibidos por una de las maravillas del océano, protagonizando un momento que quedará en la historia de los retornos espaciales.
