Sairam Rivas, cofundadora del Comité de Familiares y Amigos por la Libertad de los Presos Políticos (Clipp), denunció que, «de unos meses para acá, a todos los presos políticos en Venezuela los han desaparecido».
Su pareja, Jesús Armas, es uno de los detenidos cuyo paradero es desconocido y sus derechos han sido vulnerados. Esta situación se ha vuelto cada vez más alarmante, según denuncias de familiares y activistas.
Liberación de los detenidos
A finales de febrero los familiares realizaron la Ruta por la Justicia y la Libertad de los Presos Políticos, un recorrido en el que los familiares y amigos de los detenidos se detuvieron ante diversas instituciones del Estado, exigiendo el cese de la represión y el respeto a los derechos humanos.
En cada parada, se presentaron múltiples reivindicaciones, tales como el cese de las desapariciones forzadas, el respeto a la integridad física y psicológica de los presos y familiares, así como el derecho a la defensa y a la comunicación con sus familiares, que les permitan llevarles comida, ropa limpia y medicinas.
Además, exigieron que reciban los recursos de habeas corpus en todos los tribunales del país; que respeten el debido proceso y el derecho de los presos a designar un abogado de su confianza.
Aislamiento de los detenidos
Sairam Rivas, activista de 31 años, ha resumido la situación como «dramática», resaltando las condiciones inhumanas en las que se encuentran los detenidos. En el Helicoide, 23 presos políticos están aislados e incomunicados, sin derecho a visitas ni a una defensa legal adecuada, señaló.
Las condiciones en otros centros de detención, como El Rodeo I y Tocorón, también son desoladoras, con reportes de insalubridad y alimentos en mal estado.
Rivas, reiteró que la detención de Jesús Armas es un reflejo de esta crisis. Tras su captura el 10 de diciembre de 2024, el Día Internacional de los Derechos Humanos, fue mantenido en una casa clandestina de detención del SEBIN durante ocho días, antes de ser presentado de manera telemática.
«Desde que lo secuestraron, yo solo pude verlo 15 minutos, antes de que lo llevaran al Helicoide, por eso sé que lo tuvieron en una casa clandestina del SEBIN, donde lo torturaron asfixiándolo con bolsas plásticas. En ese momento, yo hice público estas cosas y ellos lo aislaron. No he podido verlo más. Sus padres no han podido verlo desde el día del secuestro», denunció.
Desde su reclusión en el Helicoide, Rivas ha denunciado la violación de sus derechos, incluyendo la negación del acceso a su abogado y a visitas familiares.