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Aunque no se ha especificado de qué se trata, Nicolás Maduro le compró la idea al presidente de Colombia Gustavo Petro de establecer una “zona binacional de desarrollo compartido” entre ambas naciones.
“Voy a hablar con Maduro a ver si construimos una zona económica especial”, dijo Petro recientemente en una comparecencia desde el Catatumbo, donde la violencia armada ha dejado un saldo de al menos 70 muertos y 50 000 desplazados desde mediados del mes de enero.
Según Maduro, el acuerdo fomentará el comercio y las inversiones entre las dos naciones, el turismo y la producción agrícola en acuerdo con la empresa privada.
Maduro dijo que inicialmente Petro había propuesto establecer el convenio en una zona del estado Táchira.
“Pero en la propuesta que le voy a enviar a él a través de nuestro embajador en Bogotá están incluidos otros municipios al norte de ese estado andino en la zona del Catatumbo”, precisó.
Petro: una leve mejora
Desde la llegada al poder de Maduro, Venezuela y Colombia han tenido una relación de amor y odio.
En 2015, durante el mandato de Juan Manuel Santos, el régimen madurista cerró la frontera argumentando una supuesta campaña contra el contrabando, lo que generó una crisis diplomática, que tuvo su punto de ebullición con la deportación desde territorio venezolano de 1500 colombianos sin documentos. Alrededor de 20 000 ciudadanos neogranadinos abandonaron voluntariamente el país por temor a medidas en su contra.
Un año después, Maduro y Santos se reunieron y acordaron la reapertura de la frontera de manera gradual. Se calcula que las pérdidas fueron millonarias.
Entre enero y febrero de 2019, ahora con Iván Duque frente a la administración colombiana, se alcanzó uno de los puntos más álgidos en la relación con el intento del entonces presidente interino Juan Guaidó de ingresar ayuda humanitaria a Venezuela a través de la frontera tachirense, iniciativa que fue bloqueada por Maduro y sus acólitos.
En mayo de 2020, Maduro acusó a Colombia de organizar la denominada “Operación Gedeón” que tenía como supuesto objetivo su captura.
Ya con la elección de Petro en 2022, el exguerrillero expuso que su intención era “reactivar unos intercambios que nunca debieron estar suspendidos”.
De acuerdo con la Federación Colombiana de Asuntos Logísticos y Comercio Internacional, en 2023 las exportaciones de Colombia a Venezuela aumentaron a 422 millones de dólares, mientras que las importaciones ascendieron a 93 millones, cifras superiores al año anterior.
La presidenta de la organización, Sandra Guzmán, dijo en declaraciones al diario El Impulso en 2023 que las cifras representaron un crecimiento de 60% en las exportaciones en comparación con 2022. “La reapertura de la frontera ha sido fundamental para la reactivación económica de la región. Colombia y Venezuela son socios comerciales naturales y deben trabajar juntos para fortalecer estos lazos”, consideró.
La posición de ambigüedad de Petro en torno a las elecciones del pasado 28 de julio también han causado mella tanto en el gobierno como en la oposición.
Aunque vino a Caracas a estrechar la mano de Maduro antes de los comicios, Petro dijo que haber celebrado elecciones en Venezuela fue un error . “No hay voto libre si hay un bloqueo”.
El mandatario no asistió a la investidura de Maduro el 10E luego de criticar las detenciones del excandidato presidencial Enrique Márquez y del periodista Carlos Correa. “No podemos reconocer elecciones que no fueron libres”, expresó en esa ocasión.
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