La santidad consiste en estar siempre alegres, dijo alguna vez Don Bosco, padre de la familia salesiana en todo el mundo.
En nuestra ciudad, el Colegio María Auxiliadora, fundado desde 1944, desempeña una hermosa labor de educación religiosa, fomentando los valores cristianos en pro de una Venezuela más justa, inclusiva e incluyente.
Quien se forma en el María Auxiliadora no sólo obtiene un bagaje de conocimientos sino que, además, recibe la gracia de la espiritualidad salesiana, caracterizada por la alegría de los hijos de Dios.
Estar siempre alegres no significa ausencia de problemas sino un gozo interior que concede la fe, pues el creyente sabe que todas las cosas están en las manos de Dios y de María.
El mes de mayo representa para los hijos de María Auxiliadora un tiempo de renovación espiritual, pues celebran el día 24 la alegría de su presencia maternal, así como la vocación de servicio a través del natalicio de Madre Mazzarello, fundadora de las religiosas.
La profesora Vivian Mendoza en representación de la institución, señaló que la comunidad educativa acoge el legado de sus fundadores y, en la actualidad, siguen apoyando su acción en el sistema preventivo, espiritualidad y método de acción pedagógica. “Por medio de esta educación salesiana se ofrece al niño, adolescente y joven, desde la primera etapa o educación primaria y hasta la media técnica, una cualificación profesional, educación humana integral, las posibilidades de fundamentar la vida en una opción cristiana dentro de una sociedad más justa y humana”.
En este sentido, el Colegio María Auxiliadora, ubicado en la carrera 15 con calle 41, tiene una matrícula estudiantil de aproximadamente 1.061 estudiantes, los cuales exigen una presencia educativa traducida en la acogida a los mismos en un clima donde la fe, alegría y estilo familiar, permiten fomentar relaciones de seguridad, confianza y optimismo.
Mayo para celebrar
Durante este mes, todas las casas educativas salesianas realizan importantes actividades. “El 6 de mayo iniciamos con Domingo Savio, el santo más joven, pues murió a los quince años, su célebre frase “Antes morir que pecar” ha sido modelo para educar a tantos y tantos jóvenes que pasan por nuestras casas. Seguimos con la cofundadora Madre Mazzarello, versión femenina de la congregación salesiana, de la cual aprendimos que una casa salesiana, como denominamos los institutos educativos, es la casa del amor de Dios, porque se vive de cariño y confianza recíproca, año a año preparamos el triduo en homenaje a esta santa, donde los estudiantes van conociendo etapas vividas por esta santa mujer, su pedagogía y sus frutos”.
La fiesta más anhelada es sin duda el 24 de mayo, día de María Auxiliadora. “Estamos en la organización de tan esperada fiesta, se escuchan propuestas culturales, deportivas, eucarísticas que quizás traspasen las paredes del colegio, para decirle al entorno que aquí está el María Auxiliadora de Barquisimeto en un camino de humanización, en un ambiente de evangelización, de promoción, diálogo, formación educativa que permitan seguir formando buenos cristianos y honestos ciudadanos”.
Pese a las dificultades económicas, las instituciones católicas continúan apostando por una formación de calidad, optando por los más pobres y teniendo a Jesucristo como el principal educador.
