Los olores putrefactos a diario, afectan la convivencia de Pastora Álvarez, una abuela que vive en la carrera 14-B con calle 58 y 59. Vecinos y usuarios de la vía que transitan por la esquina de la cuadra, se han dado a la tarea de arrojar cadáveres de animales y basura en pleno espacio público, lo que ha generado el desagradable contratiempo.
El olor es el ‘plus’ de una afección en el estado de las vías, llenas de huecos a lo largo de todo ese sector denominado Barrio Nuevo. «Estamos olvidados desde hace 14 años», dijo Álvarez, quien reside en el sitio desde hace mucho tiempo, tantos que «ya perdí la cuenta».
Los huecos de la zona dificultan el tránsito de los vehículos que deciden pasar por la vía, la cual comunica a esta comunidad con la avenida La Rotaria, una de las principales arterias viales del oeste de Barquisimeto.
Las irregularidades de las vías son un mal generalizado en ese sector, desde la carrera 10, hasta la 17, muchas de las calles presentan verdaderos ‘cráteres’, evidencia de la falta de inversión de los gobiernos municipales de los últimos años.
Es por ello que, vecinos de Pastora hacen un clamor general a la alcaldesa del municipio Iribarren para que beneficie el sector con el plan que, desde su despacho, se lleva adelante, y así asfaltar las calles.
Por su parte, como una exposición de basura, cada casa de esta zona de la ciudad mantenía reposando varias bolsas negras en frente de su vivienda, una muestra de que el servicio de aseo urbano no ha acudido a Barrio Nuevo. «Esperamos el camión desde la semana pasada, nada que viene», indicó Álvarez, «cada día empeora un servicio», completó.
Las calles cobijan un mal peligroso
Vecinos que enviaron sus mensajes a Cheo, nuestro reportero virtual, expresaron su preocupación por la ola de robos y hurtos que se han registrado en las calles de esta población de Barquisimeto.
Desde las calles 53, 54 y 55 con la carrera 13, habitantes de esa zona, han enviado mensajes para denunciar que «los ‘choros’ no se aguantan» por ese sector. Según la denuncia de los usuarios, sus carros y casas son el blanco perfecto de los amigos de lo ajeno. Piden a las autoridades policiales, en especial a la Guardia Nacional, que hagan las rondas por las calles para «ahuyentar cualquier peligro».
Foto: Ricardo Marapacuto
