Los habitantes de Barquisimeto y Cabudare están experimentando un recrudecimiento de los cortes eléctricos, lo que está generando malestar y afectando significativamente su calidad de vida. Según testimonios recogidos por El Impulso, los apagones se han vuelto más frecuentes y prolongados desde el inicio del año 2025.
Residentes de diferentes sectores como Cruz Blanca, Fundación Mendoza y el sector Ruezga Sur señalaron que los cortes eléctricos se producen de manera intermitente, con una duración promedio de 3 a 4 horas. Esta situación se ha agravado en las últimas semanas, a pesar de una leve mejoría observada a finales del año pasado.
Intermitencia en el racionamiento eléctrico
Los constantes apagones están generando múltiples inconvenientes para los habitantes de Barquisimeto. Desde la imposibilidad de realizar tareas domésticas básicas hasta la interrupción de servicios esenciales como el suministro de agua potable, una situación que deteriora la calidad de vida de los ciudadanos.
Además, los negocios locales también se ven afectados por el racionamiento eléctrico, que limita sus funciones e impacta negativamente en la economía local. La falta de electricidad puede ocasionar pérdidas de productos perecederos y disminución de las ventas.
En el sector 8 de la Ruezga Sur «hay días que no se va, como hay días que son dos o tres días seguidos de corte eléctrico», dice William Parga, habitante del sector 7 de esta comunidad, quien dice que no se ve afectado por la interrupción del servicio por estar en el límite de la línea de servicio que provee al Hospital Central Universitario Antonio María Pineda (HCUAMP).
Sin embargo, Parga destaca que los vecinos más afectados en el sector 8, son los adultos mayores y los comerciantes de las “bodegas” que no pueden trabajar durante el corte eléctrico.
Vecinos afectados
Charly Tinoco, residente del sector Cruz Blanca, al este de la ciudad, destacó que el racionamiento eléctrico se produce “casi todos los días” y aunque a veces ocurre en horas de la tarde, señala que por lo general en la noche “cuando llegas cansado, tienes sueño y quieres descansar”.
Según Tinoco, a veces el corte es de 4 horas y en otras ocasiones puede durar menos, así como también puede tener una frecuencia interdiaria.
Tinoco precisó que aunque en el mes de diciembre había notado una disminución en el racionamiento eléctrico, en el mes de enero se incrementó nuevamente “todo el mundo, lo dice que ya se pusieron otra vez con el bochinche”.
En Cabudare también se registra un aumento en los cortes eléctricos en las primeras semanas de enero, un habitante del sector La Mora, del municipio Palavecino expresó que tras la disminución registrada en diciembre, en enero y los primeros días de febrero se ha incrementado la frecuencia y duración del racionamiento.
«La frecuencia con que se va la luz es más que todo en las noches y es interdiario», añade que a veces puede durar dos horas, pero también puede ser de 3 o 4 horas.
Afectados «calculan» horario del racionamiento
Por otra parte, María Laura Cabrera, residente del sector Villa Crepuscular al oeste de Barquisimeto, comentó a El Impulso que desde hace un año la luz se va los domingos y jueves durante dos horas y aunque en el mes de diciembre no hubo cortes eléctricos, en enero retornaron en el mismo horario.
Ramón Urriola, habitante de Los Rastrojos en el municipio Palavecino, indicó que por lo general, el servicio eléctrico se ve interrumpido los días martes y jueves entre las 6 de la tarde y las 10 de la noche, un horario que puede variar entre las 7 y 9 p.m.
Sin embargo, Urriola advierte que algunos días pueden recibir “una sorpresa”, en los que se puede interrumpir el servicio eléctrico en otros días o en horas de la mañana o de la tarde, fuera de lo habitual. Manteniendo una duración promedio de 3 a 5 horas.
Por su parte, José Ramos, residente de la urbanización Fundación Mendoza al este de Barquisimeto, coincidió con el formato de racionamiento eléctrico de frecuencia interdiaria, con una duración aproximada de tres horas, por lo general, en la noche.
Las consecuencias de esta situación son múltiples y afectan a todos los sectores de la sociedad. La falta de electricidad afecta la productividad, el comercio, la educación y la calidad de vida de los ciudadanos. Además, genera un clima de incertidumbre y malestar social.