El cerdo doméstico es una de las especies animales más importantes en la historia de la humanidad. Su domesticación, versatilidad y valor económico lo han convertido en un pilar fundamental en la alimentación y la cultura de muchas sociedades. Sin embargo, su importancia va más allá de la producción de carne, ya que los cerdos desempeñan un papel clave en la investigación científica, la medicina y hasta en el control de residuos.
Este animal tiene su origen en el jabalí (Sus scrofa), una especie salvaje que se encuentra en distintas regiones de Europa, Asia y el norte de África. Se cree que su domesticación comenzó hace aproximadamente 9.000 años en varias partes del mundo, especialmente en el sudeste asiático y el Medio Oriente. A lo largo de los siglos, los seres humanos seleccionaron y criaron cerdos con características deseables, dando lugar a la gran diversidad de razas que existen en la actualidad.
Se caracteriza por su hocico alargado, cuerpo robusto y piel gruesa. Son animales inteligentes, con una capacidad de aprendizaje similar a la de algunos primates y perros. Además, poseen una gran memoria y pueden reconocer a sus cuidadores y compañeros de grupo.
En términos de comportamiento, los cerdos son animales sociales que establecen jerarquías dentro de sus grupos. También muestran hábitos de aseo a pesar de la creencia popular de que son sucios. De hecho, cuando tienen acceso a espacios adecuados, evitan ensuciar las áreas donde duermen y comen.
El cerdo es una de las principales fuentes de proteína animal en el mundo. Su carne, conocida como cerdo o porcino, es altamente nutritiva y forma parte de la gastronomía de diversas culturas. Productos derivados como el jamóny el tocino son consumidos en casi todos los continentes.
Además de su valor alimenticio, los cerdos han sido protagonistas en mitologías y religiones. En China, por ejemplo, el cerdo es un símbolo de abundancia y prosperidad. Sin embargo, en algunas culturas, como el judaísmo y el islam, su consumo está prohibido por razones religiosas.
En la ciencia y la medicina han sido utilizados en la investigación biomédica debido a las similitudes de sus órganos con los de los humanos. Sus corazones han servido para desarrollar válvulas cardíacas utilizadas en cirugías humanas, y su piel es empleada en el tratamiento de quemaduras. Además, la reciente investigación en xenotrasplantes ha abierto la posibilidad de utilizar órganos de cerdo para salvar vidas humanas.