#OPINIÓN Mente a la deriva #4Feb

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“Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado” (1 Pedro 1: 13.)

Un barco a la deriva es una nave que anda sin dirección, no sabe dónde irá parar. Da vueltas sin control, cualquier viento la puede hundir. Se desplaza dando tumbos, se estrella contra las rocas, se hunde y mueren sus ocupantes. Y ese es uno de los grandes problemas que tiene el cristiano. Dejar la mente a la deriva. No hace esfuerzo sincero en obviar que está en el deber de trabajar para una corriente política-ideológica que va a resolver los problemas económicos y sociales del país donde vive. Por lo cual, hace crecer en su mente un conjunto de motivaciones que le llevan a creer que tiene un compromiso humano con los oprimidos de la nación. Se convence que es su deber participar activamente y a través de las redes sociales como un soldado más de esa causa que busca la “justicia social”. De esta manera, se convierte, aún sin darse cuenta, en una pieza más de alguna corriente ideológica. ¡ERROR! “Dios entonces ordena…”Ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado” (1 Pedro 1: 13.)

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Nuestro amoroso Padre Celestial no quiere eso para sus hijos. No quiere que Ud. deambule por este planeta pronto a desaparecer, cargado de angustia, rabia y resentimiento contra quienes gobiernan o buscan gobernar. Ese no es el ideal de Dios para nosotros. Y Dios sabía, que debido al pecado que se ha enseñoreado del ser humano, íbamos a caer en esa trampa, por ello nos hace esa firme invitación “Ceñid…” O sea controla, domina, esfuérzate y haz tu parte. Debes luchar y no permitir que el pensamiento se detenga o se regocije hacia tendencias pecaminosas, o eventos que nos atormentan. Hacia situaciones que nadan en el asqueroso mar del pasado y que nada tienen que ver con la predicación del EVANGELIO de SALVACIÓN de nuestro Señor de Jesucristo. Para ello nos dejó El Consolador. “Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad.” (Juan14:16).

Si no lo hacemos estamos en la orilla del precipicio y de paso dejamos muy mal parado al pueblo que Dios tiene en la tierra para terminar la predicación de este evangelio de Salvación. Para ello Dios dejó los recursos adecuados y necesarios para que alcancemos la victoria. “Los pensamientos pueden ser preservados y controlados por nuestros decididos esfuerzos. Pensad pensamientos correctos, y ejecutaréis actos correctos. Tenéis, pues, que preservar los afectos, no permitiendo que se ocupen de objetos indebidos” Elena de White.

Dios permita hoy, que cada hijo de Dios que “normalmente” se desespera por lo que vive, pueda “ceñir los lomos de su entendimiento” y asumir la Gran Comisión que el Dios Eterno dejó. Recordando, en cada momento de su existencia, la promesa que no fallará, como fallan los humanos. Tengamos el entendimiento abierto…»Porque aún un poco, muy poco más, y el que ha de venir vendrá, y no tardará» (Hebreos 10:37). ¿Cómo les parece?

¡Hasta el próximo artículo Dios mediante!

William Amaro Gutiérrez

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