El presidente panameño, José Raúl Mulino, anunció la decisión de no renovar el acuerdo con la iniciativa de la Ruta de la Seda, una iniciativa impulsada por China para fomentar la cooperación económica a nivel global.
La decisión de Panamá de no renovar su acuerdo de cooperación con la iniciativa china de la Ruta de la Seda ha generado tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y el país asiático.
Esta medida, impulsada por Estados Unidos, ha sido celebrada por Washington como un triunfo en su competencia con China por influencia en América Latina. Sin embargo, Pekín ha expresado que considera «lamentable» esta decisión, defendiendo la naturaleza económica de su iniciativa.
«Es una decisión lamentable» porque «es una iniciativa económica» y ««»no tiene nada que ver con ninguna agenda política», refutó este lunes el representante permanente de China ante las Naciones Unidas, Fu Cong.
Rubio celebra decisión de Panamá
Rubio dijo en la red social X que la decisión del presidente panameño, José Raúl Mulino, de dejar a un lado la llamada Ruta de la Seda impulsada por Pekín «es un gran paso adelante para las relaciones entre Estados Unidos y Panamá«.
Canal de Panamá
La decisión de Panamá parece estar influenciada por presiones de Estados Unidos, que ve en la iniciativa de la Ruta de la Seda una amenaza a su influencia en la región y una posible injerencia en el Canal de Panamá. Washington ha expresado su preocupación por la creciente presencia china en la región y ha buscado limitar su influencia.
El secretario de Estado estadounidense Marco Rubio le llevó el domingo una advertencia al presidente panameño José Raúl Mulino: Reducir de inmediato lo que el mandatario Donald Trump considera como influencia china sobre el área del Canal de Panamá o enfrentar posibles represalias.
En declaraciones a nombre de Trump, quien ha exigido que el canal vuelva al control de Estados Unidos, Rubio le informó a Mulino que Trump creía que la presencia de China en el área del canal viola un tratado que llevó a Washington a entregar la vía navegable a Panamá en 1999. Ese tratado exige la neutralidad permanente del canal construido por estadounidenses.
La decisión de Panamá de no renovar su acuerdo con la iniciativa de la Ruta de la Seda marca un nuevo capítulo en la compleja relación entre Estados Unidos y China en América Latina. La región se encuentra en el centro de una disputa geopolítica entre las dos potencias mundiales, y las decisiones de los países latinoamericanos tendrán un impacto significativo en el equilibrio de poder en la región.