Richard Grenell, enviado especial del expresidente Donald Trump para misiones especiales, quien se reunió el pasado sábado con Nicolás Maduro, pidió este domingo que el Buró Federal de Investigaciones (FBI) abra una investigación sobre la gestión de Samantha Power en la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
A través de su cuenta en la red social X, Grenell afirmó que Power destinó fondos públicos para “programas radicales locos y activistas de extrema izquierda”.
Lo que Samantha Power hizo con sus dólares de impuestos en USAID debería ser una investigación del FBI. Ella usó su dinero para financiar programas radicales locos y activistas de extrema izquierda. ¡Investigar!”, escribió el exfuncionario de Trump.
Acusaciones contra la USAID
Las críticas contra la USAID no se limitaron a Grenell. Elon Musk, actual líder del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) de EE.UU., también acusó a la agencia de haber utilizado dinero de los contribuyentes para financiar investigaciones de armas biológicas, incluyendo el COVID-19.
Además, Musk denunció que la USAID habría destinado recursos para pagar a organizaciones de medios con el fin de que difundieran su “propaganda”.
Hasta el momento, ni Samantha Power ni la USAID han respondido públicamente a estas acusaciones. Sin embargo, los señalamientos han avivado el debate sobre el uso de fondos gubernamentales en programas internacionales y la transparencia en la gestión de agencias federales.
Investigación en puerta
El pedido de Grenell y las declaraciones de Musk podrían incrementar la presión sobre el Congreso y las agencias de supervisión gubernamental para revisar el financiamiento y las actividades de la USAID durante la administración de Joe Biden.
Con la posibilidad de un regreso de Trump a la Casa Blanca, el control de fondos destinados a cooperación internacional y el financiamiento de organizaciones en el extranjero se ha convertido en un tema central en la agenda republicana.