Tras varios meses de constante asedio, cinco opositores venezolanos liderados por Omar González, jefe de organización del partido Vente Venezuela, se encuentran recluidos en la embajada argentina en Caracas que está bajo el resguardo de Brasil.
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Estos ciudadanos buscaron refugio en la sede diplomática para escapar de la persecución política del Gobierno de Nicolás Maduro, pero hoy se encuentran sometidos a un asedio constante que pone en riesgo sus vidas y su integridad física.
Desde su ingreso a la embajada, los opositores han sido objeto de una serie de hostigamientos por parte del gobierno venezolano. El corte de servicios básicos como electricidad, agua y alimentos, así como la prohibición de visitas, son solo algunas de las medidas que buscan doblegar su voluntad y forzarlos a abandonar su lucha.
«Estamos viviendo una situación límite«, denunció Omar González. «Nos sentimos como prisioneros en nuestra propia tierra. El régimen nos está castigando por defender nuestros ideales democráticos«.
Fuerzas de seguridad custodian la entrada a la embajada
La falta de acceso a atención médica representa una grave amenaza para la salud de los asilados, especialmente considerando que algunos de ellos padecen enfermedades crónicas. Además, el aislamiento prolongado ha generado un profundo deterioro de su salud mental.
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La comunidad internacional ha condenado enérgicamente el asedio a la embajada argentina y ha exigido al gobierno venezolano que respete el derecho internacional y permita la salida segura de los opositores. Sin embargo, hasta el momento no se han tomado medidas concretas para solucionar esta crisis humanitaria.
