Cerca de un cuarto de los productores de café en algunas zonas del eje cafetalero del estado Lara, está representado por mujeres. Ellas son las responsables de implementar una mayor sombra en sus plantaciones y de usar más fertilizantes orgánicos como el estiércol de chivo, reseña el Microsite “Tejiendo redes: Constructoras de paz en Venezuela”, presentado por Ipys Venezuela.
Maura Montilla es capaz de explicarle a cualquier persona, con el ritual del café por las mañanas, cómo es que el cambio climático les afecta, de forma directa, en sus vidas. A mayor cantidad de lluvias intensas sobre los cafetales, peores frutos del café. A más plantaciones expuestas al sol directo y con más calor, peor sabor del café.
Ella lo sabe bien porque es productora cafetalera y dedica sus días a lograr el mejor sabor posible del café. Es parte de la Asociación de caficultores Río Claro del estado Lara. Ahora, cursa un diplomado de “Maestro cafetalero” promovido por la Corporación Venezolana del Café. Es también parte de un grupo de productoras que lideran una adaptación silenciosa de las plantaciones para preservar la calidad del café venezolano.
“Hemos visto transformaciones drásticas con el café en los últimos cinco o seis años.
Hemos visto al cambio climático como una afectación pronunciada en nuestras plantaciones. Por eso, tomamos algunas estrategias para adaptarnos”, explicó Maura Montilla, caficultora del estado Lara, en entrevista a mediados de octubre pasado.
Un café con sabor más amargo y con menos aroma es parte de las consecuencias directas de los cafetales expuestos a temperaturas más altas y con estrés hídrico. Dos escenarios climáticos proyectados para el futuro del país, como lo marcan las conclusiones del Primer Reporte Académico de Cambio Climático de Venezuela.
Los impactos del cambio climático a los cafetales venezolanos, sin embargo, son más amplios que un simple cambio en el sabor o en la calidad del café. La amenaza es que zonas cafetaleras completas pierdan la capacidad para cosechar café venezolano en apenas 15 años.
