Desde hace más de ocho meses, los residentes de la Urbanización La Sucre, en la calle 37 con avenida Libertador, enfrentan un grave problema de salud pública debido a una constante fuga de aguas servidas que no ha sido solucionada a pesar de los numerosos reportes y las intervenciones de Hidrolara.
Vecinos de la zona denuncian que la situación se ha agravado con el paso del tiempo. Una de las afectadas, quien ha vivido la pesadilla de esta problemática desde marzo del año pasado, expresó su frustración: «Hemos tenido este problema desde marzo, y en 2023 también estaba esto aquí. Es horrible, especialmente en la noche, cuando el olor se intensifica. Aquí hay niños, adultos mayores, y algunos se han caído en el charco de agua sucia. Es como si tuviéramos las aguas negras dentro de nuestras casas», comentó, visiblemente preocupada por las condiciones de insalubridad que los obligan a convivir con un riesgo latente a diario.
El impacto de esta fuga no se limita solo a la incomodidad y al peligro del agua estancada. La proliferación de zancudos ha generado brotes de enfermedades como el dengue, una amenaza para la salud de toda la comunidad. «No teníamos zancudos antes, pero ahora se ha vuelto una plaga. Mi sobrina acaba de decirme que está dando dengue otra vez, y la situación es peor en la noche», relató la vecina, quien teme por el bienestar de su familia.
A pesar de las denuncias, el problema persiste. Elvis Garrido, otro residente de la zona, comentó hace algunas semanas que las intervenciones de Hidrolara no han sido efectivas. «Ya está supuestamente reportado, han venido, pero lo único que hacen es sacar el agua sucia y al poco tiempo vuelve a salir peor. No han resuelto el problema de fondo», expresó Garrido, quien añadió que varios vecinos ya presentan síntomas relacionados con enfermedades transmitidas por los zancudos, lo que aumenta la preocupación en la comunidad.
El olor nauseabundo generado por las aguas residuales estancadas ha sido otro de los principales reclamos de los habitantes. «Hay un olor muy fuerte, y por más que vienen a hacer reparaciones superficiales, el problema sigue. Necesitamos que vengan a resolverlo de una vez por todas», solicitó Garrido, quien hizo un llamado urgente a las autoridades para que tomen cartas en el asunto y pongan fin a esta crisis sanitaria.
La situación no solo pone en riesgo la salud de los habitantes, sino que también afecta gravemente su calidad de vida. Los vecinos de la calle 37 con avenida Libertador esperan que las autoridades tomen medidas definitivas para resolver el problema de las aguas servidas y evitar que continúen los brotes de enfermedades como el dengue que ya afectan a la comunidad.
