Las parroquias San Miguel y Buena Vista, en los municipios Jiménez e Iribarren, respectivamente, a pesar de ser consideradas como las de mayores riquezas en agricultura y turismo en el estado Lara, no reciben las atenciones que por esas condiciones merecen por parte de los gobiernos, municipal, regional y nacional, especialmente en lo que se refiere a vialidad.
Aun cuando últimamente le han hecho algunos “cariñitos” a sus carreteras o vías agrícolas, algunas de ellas se encuentran muy deterioradas y no lo están más gracias a que los mismos productores del campo les han dedicado tiempo y recursos económicos para su recuperación.
Para comenzar, la que comunica a la población de Buena Vista con la intercomunal Florencio Jiménez donde los derrumbes son algo frecuente, hasta ahora lo único que hacen desde la alcaldía, el MTT o Invilara es retirar la tierra y piedras que caen de la montaña para restablecer el tránsito, pero al llover nuevamente reaparece el problema.
Situaciones irregulares también se presentan en la vía Buena Vista-San Miguel o Palenque, hasta hace poco tiempo prácticamente intransitables lo cual amenazaba con impedir a los productores sacar sus rubros a los centros de consumo.
“Ahorita está más o menos porque los agricultores le echaron unos cuantos camiones de granzón y pusieron sus máquinas y luego la Gobernación mandó un patrol”, dijo Pedro Suárez, uno de los productores de la zona.
“El Gobierno tiene mucho tiempo que no le hace nada a esa carreterita, a pesar de varios anuncios de que aprobaron presupuestos para eso, pero no sabemos para dónde agarró ese dinero”, manifestó por su parte Ruperto Freitez, otro agricultor de la zona de Palenque.
A ellos se unió Porfirio Cedeño, un carupanero que llegó a Lara hace más de 40 años como recluta, se enamoró y se quedó a sembrar tomates, pimentón, maíz y otros rubros.
Temen perder trabajo de recuperación
“Fueron los muchachos que la engranzonaron porque estaba muy mala, pero con el invierno se va a echar a perder otra vez”, expresó Cedeño.
Los agricultores de la zona coinciden en la necesidad de que Invilara o el MTT asfalten tan importante vía para que no se pierda el trabajo de recuperación adelantado por ellos y la gobernación.
Pero también está en riesgo la carretera que comunica a San Miguel con Quíbor. Cada vez son más amplias las fallas de borde existentes en varios sitios.
“De noche es un peligro andar por esa carretera pues debido a la oscuridad, si uno se descuida, cae por un hueco de esos y va a parar al fondo del precipicio”, dijo José Luis Duin, un viajero.
Indicó que de la situación tienen conocimiento desde hace tiempo en los organismos a los que corresponde, en especial el MTT, pero nada se ha hecho para eliminar esos peligros.
“Están esperando que caiga un carro para después lamentarlo”, dijo Duin.
