Este recién pasado 14 de Enero del presente año 2025 se cumplieron 8 años de aquella fecha cuando toda la familia Delgado nos preparábamos para asistir a la procesión de Nuestra Excelsa Patrona y Madre Espiritual, La Divina Pastora, el inexorable y cruel destino nos tenía una triste y dolorosa sorpresa que nos impediría cumplir con nuestra Devoción Mariana como lo hacemos todos los años, ya que ese día la muerte segadora de vidas distinguió a mi adorada madre, María Isidra Delgado con su beso mortal, abrazó su cuerpo con sus manos heladas y le arrebató su existencia para toda la eternidad. Ese 14 de Enero del año 2017 mi linda viejecita María Isidra Delgado le entregó su alma al Divino Creador y se marchó a caminar por los brillantes caminos del cielo en donde le salió a su encuentro sus hijos Cheo, Nelida y Omar que ya se habían marchado primero que ella de esta vida terrenal y años después también recibió allá en el cielo a su otro hijo Carlos Alberto, quien murió muchos años después. Mi linda viejecita también recibió la luz eterna que solamente Dios puede dar. Aquí hemos quedado sus hijos que la recordaremos por siempre y quienes elevaremos nuestras oraciones al cielo para que Dios sea su guía y los ángeles sus compañeros. Para todas las personas buenas y nobles están reservados los más grandes regalos de Dios después de su muerte y uno de esos regalos es permanecer en los corazones de sus seres queridos, lo que significa ser eterno, y la eternidad es inmensa… Mi linda viejecita María Isidra Delgado será inmortal. Estaba escrito en las páginas de oro de «El Libro de la Vida» que este 14 de Enero de 2016 mi inolvidable y adorada viejecita tenía que rendirle el último tributo a la vida y regresar a la madre tierra orignal ingresando a la triste majestad del sepulcro donde reina la tristeza y se impone el dolor, para iniciar a partir de ese momento su eterno peregrinar por los brillantes caminos del cielo y encontrarse con nuestro Padre Celestial. Realmente parece mentira que mi linda viejecita se haya adelantado a realizar ese viaje sin regreso hacia la vida eterna en donde ahora vivirá con Dios en ese hermoso paraíso donde los años nunca pasan porque las enfermedades no existen.
Nuestra linda viejecita durante toda su vida nos iluminó el camino con su gran amor y por eso su recuerdo perdura por siempre en nuestros corazones, en nuestros pensamientos, en cada flor al abrir sus pétalos cada mañana y en cada amanecer porque una persona noble y buena como ella jamas se olvida. Quienes conocieron y trataron a mi viejecita María Isidra Delgado jamás la escucharon decir una blasfemia ni desearle mal a nadie, ya que a ella le gustaba aconsejar a las personas diciéndoles que siempre debían tener una disculpa para todos los errores; un perdón para todos los pecados; una sonrisa para todas las alegrías; un consuelo para todos los sufrimientos y una oración para todas las necesidades… Que noble era mi linda viejecita. Yo estoy seguro que el cielo todavía hoy está de fiesta porque ha regresado uno de sus más bellos ángeles mientras aquí en la tierra hemos quedado sus hijos y demás seres queridos quienes esperaremos el momento en que nuevamente volvamos a reunirnos con ella en los predios infinitos de Nuestro Señor cuando llegue la Resurrección Gloriosa que dice la Bíblia (San Lucas 20:36,37,38).
Maria Isidra Delgado fué una madre ejemplar, abnegada abuela, cariñosa bisabuela, maravillosa tatarabuela y consecuente hermana. Es doloroso el momento que vivimos cuando se nos muere un ser querido y hasta parece injusto que la muerte lacere nuestros sentimientos llevándose a ese ser querido y por eso la muerte no es nuestra amiga sino nuestra enemiga como dice la Bíblia (1 Corintios 15:26). Nosotros la familia Delgado a pesar del dolor y del sentimiento aceptamos la Divina Voluntad de Dios porque la Bíblia dice que todos debemos regresar al lugar desde donde hemos venido: «POLVO ERES y EN POLVO TE CONVERTIRÁS» (Génesis 2:17). La Bíblia cataloga a la muerte como una jugarreta del Diablo en contra de Dios. Dice la Bíblia que hasta el mismo Jesús de Nazaret en su oración en «El Monte de los Olivos» le pidió al Padre Celestial que lo librara de la muerte (Hechos 5:7; Apocalipsis 20:21). El recuerdo de nuestra linda viejecita vivirá por siempre con todos nosotros quienes le rogamos a Dios que todas las lágrimas que hemos derramado caigan sobre su tumba como frescas flores para que queden allí como lamparitas simbolizando el amor para toda la eternidad. Rogamos a Dios que nos de la misma fortaleza que le dió a la Virgen Maria en el momento cuando bajaron a su hijo Jesús muerto desde la cruz y ella lo recibió en sus brazos.. Concédenos Jesús de la Divina Misericordia todo lo que con lágrimas te pedimos para que nos ayudes a entender a través de la fé reconfortante el por que esa partida de nuestra linda viejecita. No desoigas Adorado Divino Dios nuestras súplicas y con tu infinita misericordia concédele el descanso eterno porque esa fué tu Divina Voluntad de sacarla de este «Valle de Lágrimas» porque tu la necesitabas a tu lado para dibujar cada amanecer y adornar el cielo con su presencia conjuntamente con tu hijo Jesus y la Santísima Vírgen Maria quienes te cantaran todas sus alabanzas allá en tu Trono de la Mansión Celestial. Finalmente en este mes de Enero del año 2.025 cuando se cumplen 8 años de la muerte de nuestra adorada viejecita María Isidra Delgado toda la familia le pedimos a Nuestro Adorado VINO Dios que le conceda como recompensa la Gracia Divina de la paz y el descanso eterno a su lado allá en la Mansión Celestial. Amen.
Alí Ramón Delgado
