La inseguridad continúa siendo una de las principales preocupaciones de los habitantes del estado Lara. Según los datos del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) Lara, los robos y hurtos representaron el 34% de los delitos registrados en la entidad durante el año 2024, evidenciando un incremento significativo en comparación con años anteriores.
Los municipios más afectados por esta ola delictiva fueron Palavecino, Crespo, Torres, Jiménez e Iribarren. Dentro de Iribarren, las parroquias Unión, Ana Soto, Santa Rosa, Tamaca y Concepción concentraron la mayor cantidad de denuncias.
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El hurto agravado de bienes e inmuebles, como bombonas de gas, tanques de agua y herramientas, ha experimentado un aumento considerable, especialmente en los sectores populares, producto de la crisis económica y la escasez de productos básicos.
Durante el mes de diciembre, los robos de motocicletas se intensificaron en el municipio Iribarren, lo que generó protestas por parte de las víctimas, quienes exigieron a las autoridades mayores acciones para garantizar su seguridad. Asimismo, los estacionamientos de centros comerciales y supermercados se convirtieron en blancos frecuentes para delincuentes armados, quienes despojaban a sus víctimas de sus pertenencias.
El equipo del OVV Lara señala que la percepción de inseguridad se ha acentuado debido a la falta de confianza en las instituciones encargadas de garantizar la seguridad ciudadana. Factores como el desempleo, la pobreza y la falta de oportunidades contribuyen a aumentar los índices delictivos y a perpetuar un ciclo de violencia.