Barquisimeto celebra un hito histórico: los 190 años de fundación del Liceo Lisandro Alvarado. Esta institución educativa, referente en la región, ha sido por décadas el semillero de profesionales que han contribuido al desarrollo no solo del estado Lara, sino también de Venezuela.
Esta institución emblemática no es solo un edificio, es un espacio donde se forjan los ciudadanos del mañana. Sus aulas han sido testigos de cómo generaciones de estudiantes han adquirido conocimientos, valores y herramientas para enfrentar los desafíos de la vida. Hoy en día, muchos de sus egresados, por amor a su profesión, han regresado a sus aulas como docentes, transmitiendo su saber a nuevas generaciones.
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A lo largo de su historia, el liceo ha sido un pilar fundamental en la educación venezolana. Ha resistido embates políticos, económicos y sociales, demostrando una resiliencia admirable. A pesar de haber atravesado épocas difíciles, como las dictaduras de Gómez y Pérez Jiménez, el liceo se mantuvo en pie, cumpliendo su misión de formar a los jóvenes.
En reconocimiento a su invaluable aporte a la cultura y a la educación, el Liceo Lisandro Alvarado fue declarado Patrimonio Cultural Intangible por el gobierno del estado Lara. Este reconocimiento es un justo homenaje a una institución que ha dejado una huella imborrable en la historia de Barquisimeto.
Origen de una joya histórica
En sus inicios, el Liceo, entonces llamado «Colegio Federal«, funcionó en el convento de San Francisco. Con el paso de los años, fue evolucionando y ampliando su oferta académica, llegando a convertirse en un colegio de primera categoría donde se formaban profesionales en diversas áreas.
Un hito importante en su historia fue en 1897, cuando fue elevado al rango de universidad, ofreciendo incluso la carrera de medicina. Sin embargo, esta etapa universitaria fue efímera, ya que en 1904 el presidente Cipriano Castro suprimió esta facultad.
No obstante, el legado del Liceo perduró. En 1936, como homenaje al ilustre médico y sabio tocuyano Lisandro Alvarado, la institución adoptó su nombre actual. Desde entonces, ha sido un referente en la educación larense, formando generaciones de estudiantes que han destacado en diversos ámbitos de la vida nacional.
A lo largo de su historia, el Liceo Lisandro Alvarado ha sido mucho más que un simple plantel educativo. Ha sido un espacio de encuentro, de intercambio de ideas y de formación de ciudadanos. Sus aulas han sido testigos de momentos históricos, de luchas y de triunfos.