El primer ministro de Reino Unido, Keir Starmer, llegó a la capital de Ucrania este jueves con un compromiso para ayudar a garantizar la seguridad del país durante un siglo, días antes de la investidura de Donald Trump como presidente de Estados Unidos.
El gobierno británico dice que Starmer y el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, firmarán un tratado de “Asociación de 100 Años” en Kiev, que abarcará áreas como defensa, ciencia, energía y comercio.
La visita no anunciada de Starmer supone su primer viaje al país desde que asumió el cargo en julio. Estuvo en Ucrania en 2023, cuando era líder de la oposición, y ha mantenido dos reuniones con Zelenskyy en Londres desde que se convirtió en primer ministro. La guerra cumplirá tres años el próximo mes.
El ministro de Defensa de Italia también estaba en Kiev est jueves, dos días después de la visita de su homólogo alemán y a tres de que Zelenskyy hablara por teléfono con el presidente de Francia, Emmanuel Macron.
La intensa actividad diplomática se produce en vísperas de la juramentación de Trump el lunes 20, que se espera que suponga un alejamiento del compromiso del gobierno saliente de apoyar a Ucrania todo el tiempo que sea necesario para derrotar a Rusia. Trump también ha indicado que quiere que Europa asuma más responsabilidad a la hora de ayudar a Kiev.
En una gélida mañana gris, Starmer fue recibido en la estación de tren de la ciudad por el embajador británico en el país, Martin Harris, y por el enviado de Ucrania a Londres, Valerii Zaluzhnyi.
“Llevamos mucho tiempo en este conflicto”, manifestó Starmer. “No debemos desistir”.
Reino Unido, que es uno de los mayores apoyos militares de Ucrania, ha prometido 12.800 millones de libras (16.000 millones de dólares) en ayuda militar y civil a Ucrania desde la invasión a gran escala de Rusia hace tres años, y ha entrenado a más de 50.000 tropas ucranianas en suelo británico. Se espera que Starmer anuncie otros 40 millones de libras (49 millones de dólares) para la recuperación económica del país después de la guerra.
Pero el papel de Reino Unido se ve eclipsado por el de Estados Unidos, y hay una gran incertidumbre acerca del respaldo de Washington a Kiev una vez que Trump llegue a la Casa Blanca el 20 de enero. El presidente electo ha rechazado el costo de la ayuda que se entrega a Ucrania, dice que quiere poner fin a la guerra rápidamente y planea reunirse con su homólogo ruso, Vladímir Putin, por quien ha expresado admiración durante mucho tiempo.