En la visita 167 de la Divina Pastora a Barquisimeto, la tradicional Carrera Devocional se convirtió en un espacio de encuentro entre la fe y el deporte. Un grupo de amigos provenientes de El Tocuyo compartió su experiencia en esta jornada llena de emotividad y fervor religioso.
Mailor López, quien participa por segundo año consecutivo, relató cómo junto a sus amigos iniciaron esta tradición el año pasado.
«Iniciamos el año pasado con mi amiga aquí, en El Tocuyo, nos preparamos desde días anteriores, de madrugada», comentó López, destacando el esfuerzo y la dedicación que implica participar en esta carrera caminata.
Para este grupo, la actividad representa una forma personal de vivir la devoción a la Divina Pastora, «alguna manera de cumplir un maratón, no la procesión, pero lo hacemos a nuestra manera». Además, López extendió una invitación a otros a unirse a esta experiencia.
Mailín Delgado, también oriunda de El Tocuyo, compartió su entusiasmo por participar nuevamente en la carrera y por haber motivado a otros amigos a unirse. «El año pasado nos encantó la carrera», expresó Delgado, resaltando la belleza de ver a tantas personas unidas por la misma fe. «Me encantó muchísimo ver tantas personas haciendo este maratón, alguna presencia única de verdad bellísima», añadió.
Un amigo del grupo, quien participaba por primera vez, compartió sus impresiones sobre el ambiente, la festividad y la emotividad que se vivía en el evento. Visiblemente conmovido, expresó: «Es primera vez que vengo, llevo tiempo queriendo hacerlo y muy motivado mi mejor amigo y por agradecimiento a la Virgen, mucho que agradecer sobre todo este año». Sus palabras reflejan la profunda conexión emocional y espiritual que muchos participantes experimentan durante la carrera.
Este grupo de amigos de El Tocuyo representa a muchos otros devotos que encuentran en la Carrera Devocional a la Divina Pastora una forma única de expresar su fe y rendir homenaje a la Pastora de las Almas.