La papa caliente

Mediando 1945 el médico Edmundo Fernández abordó a Rómulo Betancourt, para confiarle que un grupo de militares jóvenes deseaba entrevistarse con él. Superada la sorpresa y consultada la dirigencia de Acción Democrática, concurrieron a la reunión Rómulo, Raúl Leoni, y los militares vestidos de civil, Mayor Marcos Pérez Jiménez, los tenientes Martín Márquez Añez, Horacio López Conde y Carlos Morales. Pérez Jiménez llevó la palabra, les dijo que los militares comprometidos en la conspiración para derrocar al presidente Medina Angarita, no aspiraban a gobernar el país ellos mismos. Querían que un civil presidiera el gobierno provisional, sea usted señor Betancourt. A partir de allí el grupo de dirigentes de AD que tuvieron acceso al gran secreto, se conducían como si tuvieran una papa caliente entre sus manos.
El 19 de septiembre de 1947, Betancourt le ponía el ejecútese al Estatuto Electoral, salido de la Asamblea Constituyente, para regir las elecciones presidenciales que disputaron Rómulo Gallegos por AD, Rafael Caldera por la Democracia Cristiana, y Gustavo Machado por el partido Comunista de Venezuela. Gallegos ganó por una amplia mayoría, 871.752 votos, contra 262.204 de Caldera, y 35.514 de Machado. Fue un ambiente político de pluralidad y diversidad. No hubo concordia con Gallegos, no hubo paz en los nueve meses que sobrevivió su gobierno. Fue derrocado por los militares, pero con abierta incitación de los partidos de oposición, y los sectores económicos que el propio Gallegos señaló como los instigadores de la conspiración. El golpe se consumó el 24 de noviembre de 1948. Los partidos comprometidos no supieron manejar la situación política generada, tuvieron una papa caliente entre sus manos, y permitieron que los militares asaltaran el poder. Ello le trajo al país 10 años de dictadura.
En 1958 es derrocada la férrea dictadura de Marcos Pérez Jiménez, el cochinito de la Orchilla. Los partidos políticos perseguidos e inhabilitados como AD y el partido Comunista, aprendieron la lección de manejar innumerables papas calientes. ¿Cómo lo lograron? Conciliando con los Demócratas Cristianos, con URD (Unión Republicana Democrática) a cuyo líder el Dr. Jóvito Villalba le había sido birlado el triunfo de unas elecciones amañadas convocadas en 1952 por el régimen militar. Además de todas las instituciones militares y civiles, medios, sector económico y la Iglesia Católica que le daban vida al país. Nació la cuarta República se acrecentó la democracia por la conciliación, duró 40 años para luego venirse en picada porque a los partidos se les olvidó cómo manejar una papa caliente. Las comodidades y bondades económicas de la renta petrolera, no les permitió ver más allá de una realidad latente, las mismas que derrocaron a Gallegos el primer Presidente electo de Venezuela por la vía democrática. Fueron gente agazapada cuatro décadas, para luego enchufarse por 14 años con la falsedad de una revolución socialista. Chávez y su cohorte de enchufados han sido los gobernantes más nefastos de toda la historia republicana. Con ellos desapareció la democracia, substituida por una dictadura de corte militarista, con el asesoramiento y apoyo logístico de otra dictadura la de los Hermanos Castro,  el castro fascismo comunismo. Corruptos, corsarios, asesinos y traidores a la patria.
Desde el 14 de abril se montó otra papa caliente, cuando el CNE en conspiración con el TSJ, la Fiscalía, la Asamblea Nacional oficialista y el alto mando militar, cometieron una bribonada electoral, al escarnecerle el triunfo a la MUD, representada por su candidato Enrique Capriles R. Existe un presidente ilícito, que tiene una braza caliente en cada mano, a punto de chamuscarse. Que vaina para el PSUV, tratar de escribir la historia oblicuamente. Ella se encargará de borrarlos. Pero Enrique inteligentemente llama a la reconciliación y unión de todos los venezolanos, para un giro de 360 grados hacia el progreso como nación. Tenemos que tomar ese camino. Más temprano que tarde, se recurrirá de nuevo a la vía electoral.