En horas de la madrugada de este 10 de enero, cuerpos de policías y militares ejecutan maniobras de despliegue por la capital, cuando militarizaron diversas zonas en la ciudad de Caracas, con el objetivo de mantener cerradas las vías con un fuerte control de medidas de seguridad.
Esta exhibición que busca proteger a Nicolás durante la toma de posesión de este viernes 10 de enero, a pesar de negarse a presentar las actas de escrutinios detalladas de los resultados de las elecciones del 28 de julio, frente del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Las principales vías de la ciudad capital se encuentran vigiladas, mientras que la avenida Urdaneta tiene completamente bloqueado el acceso vehicular, contando con acceso directo al Palacio de Miraflores. Esta arteria, que conecta varias partes de la ciudad, está vigilada por miembros de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim).
Por su parte, la oposición venezolana ha catalogado el acto de juramentación como un “golpe de Estado”, continuando con un anuncio de que «hoy comienza una nueva fase en la lucha por la democracia». Tras lo ocurrido, gran parte de la comunidad internacional desconoce y rechaza el acto de juramentación de Nicolás Maduro como presidente e insta a apoyar a Edmundo González.