Este domingo, 5 de enero, se celebró una de las peregrinaciones más singulares y conmovedoras en honor a la Divina Pastora, donde cerca de 500 ciclistas provenientes de diversas localidades del estado Lara recorrieron más de 70 kilómetros en una muestra de fe, devoción y esfuerzo físico. La jornada, que no solo desafió la resistencia de los participantes, también unió a los devotos con un propósito común: rendir homenaje a la patrona del estado Lara.
A las 6:30 a.m., los ciclistas iniciaron su recorrido en un evento que reunió a grupos de diversas localidades como Sanare, Guaríco, Quíbor, El Tocuyo, Carora y Barquisimeto. La ruta culminó en el Santuario de Santa Rosa, donde los participantes agradecieron por sus bendiciones y elevaron oraciones en honor a la Divina Pastora.
«Desde que se inició este recorrido siempre he asistido porque es una experiencia increíble, ver a tantos ciclistas unidos por un mismo motivo», comentó Edgar Briceño, uno de los fundadores del grupo «MTB Locobarqt», uno de los equipos más antiguos del estado Lara con 25 años de historia. Según Briceño, la peregrinación representa una ocasión especial para fortalecer tanto el cuerpo como el espíritu.
El recorrido contó con dos puntos de encuentro importantes: la Tinaja de Quíbor y el Obelisco de Barquisimeto, lo que permitió que los ciclistas se reunieran antes de continuar su travesía hacia el Santuario. Durante el recorrido, los participantes tuvieron acceso a varios puntos de hidratación, lo que les permitió mantener su energía para completar la larga ruta.
Un grupo destacado en esta peregrinación fue el colectivo «Rodada del Norte», fundado en El Tocuyo, que expresaron que esta fue la tercera vez que se unían al evento. «Es la mejor manera de equilibrar lo espiritual con lo deportivo. Realizo este recorrido como forma de agradecimiento por la salud y bendiciones que he recibido», afirmó uno de sus miembros. Este sentimiento de gratitud y devoción se reflejó en la participación entusiasta de cada ciclista que pedaló con fervor hacia su destino.
Los ciclistas no estuvieron solos en su travesía. Durante todo el recorrido, contaron con el apoyo de vehículos de escolta, que garantizaban la seguridad de los participantes y ofrecían asistencia en caso de que algún ciclista no pudiera continuar.