Reflexión – El patrono, los trabajadores y Dios

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La semana pasada se celebró el día del trabajador y todavía es propicio el momento para hacer una reflexión en función a esa trilogía, que pueda ayudar a todo trabajador y patrono a acercarse más a Dios. La verdad, no haríamos nada sino estableciéramos un paralelismo en la relación obrero patronal con lo que Dios dice en su palabra. Por cuanto hay  cristianos, que descartan la posibilidad de que una persona, por sus posesiones materiales pueda ser salva. Concluyen, que todo aquel que tiene empresa pujante  y generadora de dinero, no tiene derecho a la salvación. Equivocadamente sostienen, que son los trabajadores cristianos,  siempre explotados por sus patronos, los únicos quienes tienen ese derecho. !Error!
En Las Sagradas Escrituras encontramos hombres pudientes, ricos y empresarios con  dinero y  muchos trabajadores a su cago, que fueron salvos. Abraham, Jacob, José, Booz, Job, Nicodemo, José de Arimatea y otros. Por lo cual, estamos convencidos, que  tener dinero y bienes  materiales no es malo. No es pecado. Lo malo, lo pecaminoso, es la forma como lo obtenemos y como lo empleamos. Si lo obtenemos producto de la trampa, el engaño, la usura y la ambición desmedida en detrimento de otros, estamos en el camino equivocado. Si nos consideramos muy cristianos y empleamos el dinero solo para beneficio personal y no pagamos lo que por ley le corresponde al trabajador, que es nuestro prójimo, somos fariseos hipócritas y rendiremos cuentas a Dios. De eso no tengan la menor duda. Igual sucede con el cristiano  trabajador. Si no cumple con el horario convenido. Llega tarde, echa el carro, se enferma de mentira, trae reposos “chimbos” y es indolente.  Igualito suma juicio para sí.
No nos llamemos a engaño, Dios nos conoce muy bien. Sabe nuestro pasado, presente y futuro. Nuestras buenas y malas intenciones. Lo que hacemos con amor o por simple obligación. Pero siempre nos da la oportunidad para arrepentirnos. El patrono y el  trabajador cristiano no tienen escusa. Son primero seguidores obedientes del Evangelio del Señor, antes que patrón o empleado de una empresa. Eso quiere decir, que sus actos, procederes y pensamientos, por muy administrativos o gerenciales que sean, si no se ajustan a la justicia de Cristo, andan caminando en la cuerda floja.
Cuando “Jesús entró en Jericó, e iba pasando por la ciudad, un hombre rico, llamado Zaqueo, jefe de los publicanos, procuró ver quién era Jesús.” Luc.19:1-3.  Si, era rico. Pero también deshonesto. Y  Jesús lo conocía como te conoce a ti y a mí. “… miró hacia arriba, y le dijo: «Zaqueo, date prisa, desciende, porque conviene que hoy me hospede en tu casa». Le llamó personalmente. Como lo hace con cada uno de nosotros. Imperfectos. Pecadores. Para mostrarle la justicia de Dios. Su misma Justicia. Y así darle la oportunidad de arrepentimiento como te la está dando hoy a ti y a mí. Es el mismo llamado. La misma amonestación.
La pregunta. ¿Qué hizo Zaqueo? “Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor:  «Señor, la mitad de mis bienes voy a dar a los pobres. Y si en algo defraudé a alguien, le devolveré cuatro veces más.” Luc.19:8. !Este si es un acto de verdadero arrepentimiento! Si andaba por un camino equivocado, gira 180º y toma el correcto. Pero seguro hoy, muchos profesos cristianos, sienten que no están haciendo nada malo, que no tienen necesidad de rectificar, que es el otro y eso es muy triste. Por cuanto no van a recibir de su Salvador las palabras que recibió este hombre rico que era  deshonesto en sus negocios y rectificó. “Entonces Jesús le dijo: «Hoy ha venido la salvación a esta casa, por cuanto él también es hijo de Abraham”.
“Tan pronto como Zaqueo se rindió a la influencia del Espíritu Santo, abandonó toda práctica contraria a la integridad.  Ningún arrepentimiento que no obre una reforma es genuino. … Si hemos perjudicado a otros en cualquier transacción comercial injusta. . . deberíamos confesar nuestro agravio, y hacer restitución en la medida de lo posible. Es justo que devolvamos, no solamente lo que hemos tomado, sino todo lo que se habría ganado con ello si se lo hubiese usado correcta y sabiamente durante el tiempo que haya estado en nuestro poder.” Libro Conflicto y Valor. E. de W. ¿Qué les parece? !Hasta el martes Dios mediante! “Cuanto más cavamos en las Escrituras, más nos parecen una mina inagotable de verdad” Charles Spurgeon
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