En el Barquisimeto de hace un siglo la llegada de la Navidad se reflejaba de dos maneras y la otra era la preparación de las hallacas, principal y único plato navideño en muchos hogares.
Solo la llegada del primer arbolito de navidad en 1902 rompió aquella monotonía. El mismo fue puesto por una familia alemana recién llegada a la capital larense y a falta de electricidad, se iluminaba con velas que eran colocadas en la punta de sus ramas.
La Navidad se celebraba en diciembre y por tanto, los avisos publicitarios comenzaron este mes. En la década de 1920 El Impulso publicaba algunos modestos anuncios en sus páginas. La mayoría de los avisos eran alusivos a novedosos juguetes y otras mercancías de gran demanda.
En la década de 1930 los avisos se hacen más sofisticados y sugieren obsequiar modernos regalos, entre ellos los nuevos aparatos de radio, lo último en telecomunicaciones.
En los años 40 la tendencia es adquirir todo lo relacionado con las nuevas tecnologías para hacer de estas fiestas las más sofisticadas y placenteras, de acuerdo a los nuevos tiempos. Los avisos se hacen más vistosos y numerosos en El Impulso en la década de 1950.
Se dedican páginas enteras para mostrar las ofertas navideñas. Los juguetes eran los protagonistas en la publicidad navideña de hace más de 50 años. Artículos electrónicos se cotizaban igualmente entre los más vendidos a finales de los setenta y en esta década la publicidad a color se convierte en la novedad del momento. Eran navidades cargadas de emotividad en las que privaba lo tradicional.