A las 12 y 30 de la medianoche de este viernes expiró Leomar Jesús Yústiz, de 25 años de edad, cédula número 18.333.758.
Estaba residenciado en el kilómetro 11 sector La Lagunita de Pavia y prestaba servicios para la línea de rapiditos Virgen de Algarí en la zona norte de Barquisimeto.
Su tía Neida Yústiz declaró a los periodistas, mientras esperaba la entrega del cadáver en la morgue del hospital Antonio María Pineda que su familiar como todos los días estaba laborando como chofer de un carro de cinco puestos.
Presume que su sobrino iba camino a casa a descansar cuando ofreció la última carrerita a dos personas. Conducía un Ford Conquistador blanco desde hacía cuatro años.
Quienes lo abordaron trataron de atracarlo o quitarle su medio de sustento y le dispararon.
Herido, el conductor recorrió algunas cuadras y cerca de la estación policial se estrelló con un poste del alumbrado público.
Por mera casualidad, a esa hora su tía y primo estaban cerca del lugar y creyeron que su pariente estaba en estado etílico y salieron a revisar qué le había pasado. Mayúscula fue la sorpresa cuando lo encontraron herido de bala e inconsciente.
Refiere la señora Yústiz que intentaron en vano que los funcionarios policiales, en sus carros particulares porque en la zona no hay patrullas, trasladaran al herido al hospital, pero fue imposible.
«Nadie a esa hora quería detener para auxiliar a mi sobrino y ni siquiera los policías, tuvimos que sacar el carro del poste y en su mismo auto lo llevamos al hospital pero era demasiado tarde pues las múltiples heridas en su humanidad resultaron fatales».
La afectada señora detalló que a esa hora no había luz en el sector porque desde hace tiempo están sometidos a un severo racionamiento de servicio eléctrico, bien sea de 7 a 9 o de 9 a 11 de la noche. Igualmente demandó mayor presencia de los cuerpos de seguridad hacia el norte porque debido a los apagones, se ha convertido en zona roja y la gente se ve obligada a resguardarse muy temprano.
Foto: Edickson Durán
