Mantener un régimen alimenticio saludable es una de las formas más efectivas de preservar un estilo de vida activo y así protegerse contra los problemas de salud. Las recomendaciones generales suelen ser las mismas: comer sano, realizar ejercicio y dormir por lo menos seis u ocho horas al día.
Una alimentación saludable aumenta los niveles de energía anímica y física, mejora la manera en que su cuerpo funciona, refuerza el sistema inmunológico e impide que aumente de peso.
¿Cuántas veces te has planteado ir al gimnasio?, pero ¿cuántas lo has dejado?
Realizar ejercicio no es sólo ir al gimnasio, es practicar cualquier actividad física que acelere el corazón, que los músculos trabajen más de lo normal y que la respiración aumente. Hay muchas maneras de hacer ejercicio, no necesariamente pagando una mensualidad en un establecimiento, ni tampoco comprándose una máquina cardiovascular para almacenarla en casa.
Lo ideal es ir a un lugar dispuesto y adaptado para lograr los objetivos trazados, orientados a la preparación física requerida, pero no es indispensable acudir al gimnasio para llevar a cabo cualquier actividad física.
Un segundo aliado
Además de los ejercicios, los alimentos saludables llenan el cuerpo con energía. El desayuno es realmente la comida más importante del día, ya que el cuerpo pasa más de 8 horas sin recibir nutrientes mientras duermes.
Algunos estudios, afirman que ciertas enfermedades están relacionadas de forma directa con la dieta. Entre ellas la diabetes, hiperlipidemia (colesterol elevado), enfermedades cardíacas, presión arterial alta y otras.
Por ello se recomienda la ingesta de alimentos ricos en antioxidantes como el vino tinto, té, fresa y frambuesas, que ayuden a reducir el riesgo de estas enfermedades y obtener un grado de predisposición menor a padecimientos como el cáncer.
Algunos de estos alimentos retardan el envejecimiento y se cree que podrían ayudar a prevenir la enfermedad de Alzheimer. Reducir el consumo de carne de ganado y alcohol en cantidades elevadas, ayudaría a reducir el riesgo de desarrollar el padecimiento anteriormente mencionado o demencia senil, durante la etapa de la vejez.
Es ideal mantener una alimentación rica en pescado, sin grasas saturadas, frutas y verduras, esto podría ayudar a mejorar la memoria y hacer más lento el deterioro cognitivo. También se pueden incorporar alimentos que contengan vitaminas A, E y C presentes en frutas, verduras, frutos secos y granos enteros.
Evita los males
En el mundo de hoy existen personas deprimidas y una de las principales razones es que no creen en los beneficios de la nutrición y el ejercicio. Es cierto que es muy difícil comenzar un estilo de vida como este, pero se pueden ver enormes beneficios, incluso unas pocas semanas después. Tu cuerpo se sentirá increíble todo el tiempo, porque tendrá menos estrés y más vitaminas, además de nutrientes.
Cuando se combinan técnicas de manejo del estrés, no hay manera de tener algún problema en su cuerpo. La nutrición y ejercicio debe ser la base de la felicidad en todo el mundo.
Las personas que quieran tener una vida y salud sana deberían intentar hacer un poco de ejercicio y cambiar su dieta.
Te recomendamos organizar tu día a día y sacarle el mejor provecho, también en tu beneficio, lo que te permitirá ver el mundo de una manera diferente.