Trabajo de www.radiofeyalegrianoticias.com
La ONG SOS Orinoco publicó en sus redes sociales fotografías que evidencian la presencia de minería ilegal en el Río Cunucunuma, ubicado en el territorio indígena Ye’kwuana, del estado Amazonas en el sur de Venezuela.
A través de una publicación explicaron que la presencia de las balsas y dragas mineras socavan el lecho del río, lo que genera una mayor sedimentación en el cauce con la contaminación de mercurio.
“Contaminando a los peces que luego la población local va a comer, destruyendo la biodiversidad y asesinando lentamente a la gente”, se puede leer en el texto que acompaña las pruebas fotográficas de la organización sobre los efectos de la extracción ilegal de minerales.
La directora de SOS Orinoco, Cristina Burelli, mencionó a Radio Fe y Alegría Noticias que el silencio de las comunidades también es una señal de preocupación.
“O bien están siendo amenazados por los mineros, o por otro lado quizá algunas de las autoridades indígenas están metidos en el negocio”, advirtió Burelli.
El Río Cunucunuma, conocido por su nombre indígena “Kúnu”, forma parte del Parque Nacional Duida-Marahuaka y pertenece a un área protegida Reserva de Biósfera Alto Orinoco. Este cauce, que fluye por el escudo guayanés, se caracteriza por tener aguas transparentes y cristalinas.
Alarma para la comunidad indígena
El periodista especializado en medio ambiente, Fritz Sánchez, dijo que la contaminación es alarmante ya que las comunidades indígenas de esta localidad tienen como principal fuente de proteína los peces.
“Si estos peces vienen siendo contaminados con mercurio, las comunidades verán degradada su salud al consumirlos, igualmente el agua del río. Es una situación que está destruyendo la biodiversidad y va a generar una bioacumulación de mercurio en los pobladores locales”, declaró Sánchez
Asimismo, explicó que las consecuencias serán irreparables para la salud indígena que forma parte de la reserva del Alto Orinoco.
Según Burelli, las autoridades civiles y militares proveen el suministro de combustible para operar los motores de las balsas mineras en el Río Cunucunuma.
“Es muy difícil hacerse la idea que llega por contrabando, o que las autoridades no saben. Las fuerzas armadas tienen un control férreo de la zona”, declaró.
Primera vez tienen evidencia fotografías
SOS Orinoco mencionó que desde hace meses tenían la información, pero por primera vez lograron tener las pruebas con material fotográfico.
En el Río Cunucunuma no se permite el libre tránsito de personas. “Nadie que quiera ir, puede ir sin autorización”, explicó la directora del grupo de investigación.
Asimismo, Sánchez agregó que las dragas mineras tienen meses e incluso años en el río. El acceso es restringido, lo que dificultaba el registro de las embarcaciones que están destruyendo el área. Por lo cual, el monitoreo del área amerita un seguimiento satelital.
“Observé un cambio de coloración en el cauce del río que es de aguas malvas y en el tramo: si lo ves por satélite, se ve amarillento. Esto evidencia la gran actividad minera que se está desarrollando en el área”, indicó.
Al cambiar el color del cauce del río implica una gran remoción de sedimento, lo que significa una gran cantidad de balsas mineras trabajando en la zona, según Sánchez.
Especialistas afirmaron que además del daño ambiental, es preocupante la afectación cultural y de salud pública. El Río Cunucunuma desemboca en el Río Orinoco y va aumentando el nivel de mercurio que arrastra el cauce.
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