En conmemoración de los 100 años del Torneo Mundial de Fútbol, la FIFA ha confirmado este miércoles 11 de diciembre, que la Copa del Mundo de 2030 será organizada por seis países distribuidos en tres continentes: España, Portugal y Marruecos en Europa; Argentina, Uruguay y Paraguay en Sudamérica.
Este anuncio, realizado durante el Congreso Extraordinario de la FIFA en Zúrich, Suiza, marca un hito en la historia del fútbol mundial. La candidatura conjunta, presentada bajo el lema “Juntos 2030”, ha sido respaldada de manera abrumadora por la comunidad futbolística internacional.
Pese a los rumores que rodearon la elección de los países que serán sedes del evento futbolístico, la decisión tomada por los dirigentes de 201 delegaciones, dictaminó que los partidos conmemorativos del Mundial de 2030 se disputarán en Argentina, Uruguay y Paraguay.
El regreso a los orígenes
Uno de los aspectos más destacados de esta decisión es el homenaje que se rendirá a los orígenes del Mundial. El Estadio Centenario de Montevideo, escenario de la primera final de la Copa del Mundo en 1930, volverá a ser el epicentro del fútbol mundial al albergar el partido inaugural. Argentina, Uruguay y Paraguay, países fundadores de la FIFA, recibirán cada uno un encuentro, permitiendo a los amantes del deporte disfrutar de la pasión y la emoción de aquel primer torneo.
Un torneo compartido
España, Portugal y Marruecos, por su parte, se convertirán en los principales anfitriones de este evento histórico. Ciudades emblemáticas como Madrid, Barcelona, Lisboa, Oporto, Casablanca, Marrakech y Rabat se preparan para recibir a los mejores equipos del mundo y a millones de aficionados.
La FIFA ha destacado el sólido plan de organización presentado por las seis federaciones, así como su compromiso con la sostenibilidad y la inclusión. Los próximos años serán clave para afinar los detalles y garantizar que el Mundial 2030 sea un éxito rotundo.
La Copa del Mundo de 2030 será un evento único en la historia del fútbol. Por primera vez, un Mundial se disputará en tres continentes y en seis países. Esta decisión refleja la creciente globalización del fútbol y la capacidad de unir a diferentes culturas y naciones bajo una misma pasión.