La Universidad Central de Venezuela (UCV), máxima casa de estudios del país, enfrenta una crisis sin precedentes debido a la jubilación masiva de sus profesores. El presidente de la Asociación de Profesores de la UCV (APUCV), José Gregorio Afonso, reveló que cerca del 60% del cuerpo docente se encuentra jubilado, lo que representa una pérdida significativa de conocimiento y experiencia para la institución.
Esta situación ha generado una preocupante brecha generacional y una escasez de profesionales jóvenes dispuestos a dedicarse a la docencia universitaria. Los bajos salarios, la falta de recursos y las precarias condiciones laborales han llevado a muchos profesores a buscar otras fuentes de ingresos, lo que ha obligado a muchos a ejercer el denominado «pluriempleo».
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Profesionales buscan diversas fuentes de ingresos
«Lo que hemos denominado, técnicamente, pluriempleo. El primer lugar, tantos empleos como sean posible, vinculados a nuestra área de conocimiento, como distintas a ellas», explicó Afonso a Unión Radio. Esta situación no solo afecta la calidad de la educación, sino que también pone en riesgo la continuidad de muchas carreras y programas de estudio.
Por su parte, el rector de la UCV, Víctor Rago, ha alertado sobre la gravedad de la situación y ha destacado la importancia de la voluntad de los universitarios para mantener la universidad en funcionamiento.
«Las universidades públicas se mantienen por la voluntad de los universitarios. De no ser por la inquebrantable y tezonera voluntad de los universitarios, profesores, trabajadores, las universidades habrían tenido que cerrar», expresó Rago.
Un futuro incierto
La jubilación masiva de los profesores, combinada con la falta de inversión en la educación superior, plantea un futuro incierto para la UCV y para el sistema universitario venezolano en general. La pérdida de conocimiento y experiencia acumulada a lo largo de décadas representa una amenaza para la calidad de la formación de las nuevas generaciones de profesionales.
Además, la escasez de profesores jóvenes podría llevar a la desaparición de algunas carreras y programas de estudio, lo que limitaría las opciones académicas de los estudiantes y afectaría el desarrollo del país.