«Las cosas no reveladas pertenecen al Eterno nuestro Dios, pero las reveladas son para nosotros y nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta Ley».Deut.29:29
Ciertamente Jesús no nació en esta época del año. La ciencia de la astronomía y la Geografía Física y obviamente la Lógica lo corroboran pero eso no importa. Estoy convencido, que aquello que no nos edifica espiritualmente, no vale la pena confrontarlo. Hay muchos que se descabezan y viven en controversia por tratar de explicar asuntos que ayudan poco al crecimiento espiritual. Por lo cual terminan distanciados de aquellos, quienes necesitan del mensaje de Salvación y esa no es la idea. Debemos centrarnos en las cosas que Dios nos ha revelado. Y las que no ha revelado debemos dejárselas a él. «Las cosas no reveladas pertenecen al Eterno nuestro Dios, pero las reveladas son para nosotros y nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta Ley».Deut.29:29.
Mis apreciados, si Dios hubiese querido que nosotros hoy, conociéramos la fecha exacta de su nacimiento en la persona del Unigénito, lo hubiese revelado. Pero no lo hizo. Lo que si reveló con lujo de detalles, fue el plan de Salvación para un mundo que poco a poco iba a entrar en desesperación y angustia. Un planeta que no tiene futuro en la mente y las manos de los hombres. Una humanidad que fue secuestrada por el pecado y ahora es guiada por el espíritu de Satanás: ambición, mentira, avaricia, corrupción, hipocresía y violencia, por lo cual se encuentra sin esperanza. Condenada a desaparecer irremisiblemente por la maldad. Por la autosuficiencia, la prepotencia y la arrogancia, entronizada en el corazón del hombre que se alejó de Dios. El mundo entonces, está llegando a ser lo que fue antes del Diluvio. Y de esa época leemos: «Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia. Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra» (Gén. 6: 11, 12).
La buena noticia mis amados, es que ¡Ya es Navidad! Dios así lo reveló. . “Pero el ángel les dijo: «No temáis, porque os traigo una buena noticia, que será de gran gozo para todo el pueblo; «que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador que es Cristo, el Señor.” Luc.2:10,11. Nació el Redentor y Salvador de este mundo, de este planeta, de la raza humana. Nació nuestro Señor Jesús. Que muy a pesar, que el enemigo espera se quede recién nacido y acostado en un pesebre, en la mente del hombre, ÉL creció, habitó entre nosotros, murió en la cruenta cruz del calvario y resucitó para asegurar nuestra Salvación.
Es por ello, que la alegría y optimismo debe reinar en nuestros corazones, por cuanto al nacer Jesús y morir por nosotros en la cruz, nació también la Navidad, la cual alcanzará su cenit con su Segunda Venida y por lo tanto el fin de este mundo de pecado y maldad.. Si, nació Jesús y llegó la Navidad. Pero la navidad no debe ser un día, ni un mes. La navidad debe ser todo el año, toda la vida. Por cuanto Jesús murió en la cruz del calvario y resucitó, asegurándonos la Salvación y la Vida Eterna, lo cual, en medio de cualquier aflicción sobrevenida, fortalecerá su vida en CRISTO JESÚS. “Honraré la Navidad en mi corazón y procuraré conservarla durante todo el año.” Charles Dickens. Novelista inglés.
¡Hasta el próximo ARTÍCULO Dios mediante!
William Amaro Gutiérrez