Un reciente estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha revelado que Venezuela se posiciona a la cabeza de los países con mayor consumo de harina de maíz precocida a nivel mundial. Este dato, sumado a la postulación de la arepa como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad ante la Unesco, consolida a este plato como un símbolo indiscutible de la identidad venezolana.
Benito Iray, representante de Venezuela ante la Convención de la Unesco para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, confirmó que el expediente para postular la arepa ya ha sido entregado y se encuentra en proceso de evaluación. “El ministro Ernesto Villegas viajará a París para entregar este expediente y que sea evaluado por el comité pertinente”, afirmó Iray.
El reconocido «arepólogo» Ricardo Estrada destacó la importancia de esta distinción, la arepa no solo es un alimento esencial en la dieta venezolana, sino también un símbolo profundo de nuestra identidad cultural. Esta postulación ante la Unesco busca resaltar la relevancia emocional y social de la arepa, cómo nos une y refleja nuestra tradición gastronómica.
La propuesta venezolana va más allá de reconocer una simple receta. Busca valorar la práctica cultural en torno a la elaboración de la arepa, su diversidad regional y su papel como elemento de unión de la sociedad venezolana.
La arepa no es solo una tortilla de maíz, es un universo de sabores, texturas y tradiciones. En la propuesta se incluyen diversas versiones del platillo, desde la arepa frita hasta la arepa de maíz pilado, cada región tiene su propia interpretación, lo que demuestra la riqueza y la versatilidad de la arepa que se adapta a diferentes costumbres, formas de preparación y sabores.
Popularización de la arepa
A través de esta postulación de la arepa como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad ante la Unesco, Venezuela quiere mostrar lo fundamental que puede ser un platillo para una cultura, haciendo parte de ella para generar vínculos emocionales y ser parte de la identidad nacional, de tal manera como lo son otros alimentos en el mundo que representan cultura y sabor.
El creciente consumo de harina de maíz precocida a nivel mundial, impulsado en gran medida por la diáspora venezolana, ha popularizado la arepa en diversos países. Sin embargo, Venezuela busca resaltar su carácter único y su arraigo cultural, diferenciándola de otras preparaciones similares.
Iray, destacó que existen otras postulaciones venezolanas en esta lista, que a partir del 2 de diciembre en Paraguay se discutirá el expediente del casabe en la 19° sesión del comité intergubernamental.
“En la lista de patrimonio está el joropo, que será revisado el año que viene, el año 2026 le corresponde al tamunangue ser revisado y el año 2027 le corresponderá a la arepa”