Para el doctor José Gregorio Zaá, quien ha venido trabajando en procesos electorales en los últimos veinticinco años, no tiene sentido que se esté pensando en efectuar elecciones sin antes haber quedado resuelto el asunto de los resultados de las elecciones más importantes del país, como fueron las del 28 de julio, con el fin de escoger al presidente de la República.
Nuestro entrevistado, respetado profesional del Derecho y docente universitario, considera que la amenaza del ministro del Interior, Diosdado Cabello, de que el año próximo “no habrá elecciones en ninguna parte,” contraviene el llamado de Nicolás Maduro a propios y “extraños” (los colaboracionistas) a prepararse para las elecciones que vienen.
¿Cuáles vienen? se pregunta el doctor Zaa y de inmediato apunta:
Vemos que la duración de cuatro años de las regionales y municipales (gobernador, consejos legislativos, alcaldes y concejos municipales) está por vencerse, si es que no se ha vencido. En este punto comenta que de manera rocambolesca, el gobierno hizo unos eventos a la carrera y fueron metidos sus propios y extraños. Luego viene la Asamblea Nacional de cinco años, porque la misma fue elegida en el 2.020.
En el caso de los poderes públicos, el 31 de octubre, sin ningún control previo o sin mediar protocolos anticipados,.fueron ratificados Tareck William Saab en el Ministerio Público y Alredo José Ruíz Angulo, defensor del pueblo, y colocado en la contraloría general, Gustavo Vizcaino Gil, quien estaba al frente del Servicio Autónomo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime), cuya gestión fue cuestionada porque para las elecciones presidenciales anuló los pasaportes a defensores de los Derechos Humanos, periodistas y venezolanos que vinieron del extranjero para votar o ser testigos de mesa. Violó descaradamente el artículo 56 de la Constitución acerca de documentos públicos que comprueben la identidad biológica de los ciudadanos.
Esas designaciones se hicieron sin agotar un procedimiento formal de revisiones, porque —ojo— ese comité de postulaciones, bien sea para seleccionar, entre comillas, Poder Judicial, Electoral y en este caso el Poder Moral o Republicano son los mismos actores, los mismos diputados, presidido dicho comité por el militar retirado Giuseppe Alesandrello. y en el cual juega un papel muy importante, también entre comillas, José Gregorio Correa y demás adláteres.
Ahora es cuando se tiene que revisar cómo está el proceso de discusión y separación de los eventos comiciales que vienen. La pregunta es: ¿Cuándo fue la última elección regional de gobernadores y consejos legislativos? Igual interrogante en relación a los alcaldes y concejos municipales. Por supuesto, renovar la Asamblea Nacional.
Y poner orden, por cierto, no con esa barrabasada que hizo la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia al desechar, derogar, sin consulta al pueblo, artículos importantes de la Constitución y de la Ley Orgánica de Procesos Electorales para crear una nueva base poblacional y, además, lo relativo a las circunscripciones, el número de diputados, el cociente electoral que da demográficamente el número de habitantes por estado, y se elevó de 167 a 277 integrantes para conformar la actual Asamblea Nacional.
Al preguntarle acerca del aumento de parlamentarios al mismo tiempo que ha disminuido la población del país, por cuanto según las propias Naciones Unidas legalmente se encuentran fuera del territorio nacional alrededor de 8 millones de venezolanos, el doctor Zaa ripostó:
Lo que hay que preguntar es: ¿Dónde está el Instituto Nacional de Estadísticas e Informática (INEI)? ¿Dónde están los censos nacionales, que se debieron haber realizado de manera técnica, científica, coordinadas, programadas? En realidad, no hay una base técnica y científica que determine cuántos habitantes hay hoy en Venezuela.
Con las informaciones recabadas en los países donde se encuentran residiendo legalmente los compatriotas, se estima que hay fuera de Venezuela aproximadamente una cuarta parte de la población, pero la cifra es mucho mayor con los que se han ido por las trochas y pasado por Darién, donde no se lleva ningún control de indocumentados, lo que trae como consecuencia la imprecisión, desde el punto de vista estadístico, el número de cuántos venezolanos somos y sanear el Registro Electoral.
Ahí, en ese aspecto demográfico, está la falla para precisar con claridad el asunto de las elecciones regionales y municipales sin haber resuelto el tema del 28 de julio, que es la piedra angular.
