La a principal causa de mortalidad oncológica en el mundo es el cáncer de pulmón y constituye la segunda en el país, de acuerdo con la información dada a conocer por la Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV), estimándose que ocurran 5.191 fallecimientos y 5.893 casos nuevos para finales de 2024.
El cáncer de pulmón sigue siendo una grave amenaza para la salud de los venezolanos, ocupando el segundo lugar entre las causas de muerte por padecimientos oncológicos en el país. Esta enfermedad, que suele comenzar sin síntomas, se detecta a menudo en etapas avanzadas cuando las opciones de tratamiento son más limitadas.
El tabaquismo es el principal culpable, pero también influyen factores como la contaminación y la exposición a ciertas sustancias tóxicas. Afortunadamente, la investigación médica ha logrado avances significativos en los últimos años, permitiendo tratamientos más efectivos y prolongando la supervivencia de los pacientes.
En el territorio nacional, se calcula que ocurran 5.191 fallecimientos y 5.893 casos nuevos para finales de 2024, según las cifras.
proyectadas por la Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV).En el caso de los hombres, el padecimiento podría ocasionar 2.900 decesos y una morbilidad de 3.525; mientras que, en la población femenina, pudiese generar 2.291 defunciones y una incidencia de 2.368, de acuerdo con las estadísticas de la institución.
Diagnósticos tardíos
La especialista en oncología médica de la SAV, doctora Sara Altuna, señaló que la neoplasia maligna del tejido pulmonar es una afección que engloba distintos tipos de patologías oncológicas, de las cuales “las más frecuentes son los adenocarcinomas, que pertenecen a los cánceres de células pequeñas de este órgano y se presentan en 85% de los casos”.
Explicó que dicho padecimiento suele ser asintomático en etapas iniciales, pero, cuando se producen sus síntomas, estos dependen tanto del estadio como de la estructura afectada del órgano y pueden incluir: dificultad respiratoria, tos con expectoración sanguinolenta o seca, fiebres nocturnas, dolor inespecífico a nivel de la columna, e incluso convulsiones, en caso de metástasis cerebral.
La doctora Altura, indicó que el carcinoma de pulmón se detecta, generalmente, en estadios avanzados, debido a que “no existen todavía protocolos de pesquisa que permitan realizar diagnósticos precoces de los tumores pulmonares de forma efectiva”. Precisó que el método ideal para diagnosticar la patología oncológica de los pulmones es la tomografía, pero esta no se encuentra indicada de forma obligatoria a partir de una cierta edad, a diferencia de otros estudios necesarios para la detección temprana de padecimientos malignos.
Además, la doctora Altuna comentó que el acceso a pruebas de diagnóstico es limitado; aunque, en circunstancias en las que se cuenta con escasos recursos, la radiografía es un estudio útil, pero no posee la profundidad necesaria para observar tumores pulmonares pequeños. Agregó que se deben realizar estudios de imagen para confirmar la presencia de nódulos en dicho órgano y, posteriormente, a nivel histopatológico, se requiere tomar una biopsia de la lesión para determinar la estirpe celular, el crecimiento y establecer la subclasificación de la enfermedad.
Mejores tratamientos
Dependiendo de la clase de patología, se define el esquema de tratamiento adecuado, el cual puede incluir metodologías novedosas, las cuales incluyen terapias dirigidas, las asociadas a los inhibidores del punto de control inmunológico, así como técnicas innovadoras de radioterapia, expresó la doctora Altuna.
La especialista señaló que los nuevos métodos han permitido mejorar la forma de atender tanto los tumores pulmonares como las metástasis, al lograr que la sobrevida de los pacientes con estadios avanzados se extienda a 5 años, aproximadamente. Padecer un cáncer metastásico no necesariamente implica que la supervivencia sea baja, ya que los estudios determinantes de la presencia de biomarcadores o la mutación de los mismos permiten la dirección adecuada de los tratamientos, aseguró la oncóloga.
Enfatizó que, para disminuir la incidencia y mortalidad por la enfermedad pulmonar oncológica, es fundamental mejorar los protocolos de diagnóstico precoz, así como también educar a la población para que evite la exposición directa y secundaria del humo de productos tabaco, que representa el principal factor de riesgo del padecimiento. Indicó que otros elementos que incrementan la posibilidad de padecer cáncer de pulmón incluyen la contaminación del aire, estar expuesto a sustancias tóxicas como el arsénico y los antecedentes familiares de la enfermedad.
Por todo ello, se considera fundamental que la sociedad en su conjunto se involucre en la lucha contra esta enfermedad, promoviendo hábitos de vida saludables, mejorando el acceso a diagnósticos tempranos y garantizando tratamientos adecuados para todos los pacientes.