Tras los ataques de la guerra entre Ucrania y Rusia, este último ha desplegado un nuevo misil balístico de alcance intermedio, el “Oreshnik”, en una maniobra contra una instalación militar ucraniana ubicada en Dnipro. Este evento marca un punto de inflexión en el conflicto, elevando las tensiones con Occidente y planteando nuevas interrogantes sobre la trayectoria de la guerra.
El presidente ruso Vladimir Putin presentó el nuevo misil como una respuesta a los recientes ataques ucranianos contra territorio ruso, utilizando armas suministradas por Occidente. El líder ruso afirmó que el Oreshnik es capaz de alcanzar su objetivo a velocidades diez veces la velocidad del sonido.
“Los modernos sistemas de defensa aérea que existen en el mundo y las defensas antimisiles creadas por los estadounidenses en Europa no pueden interceptar esos misiles”.
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Advierte a la OTAN
Este desarrollo ha sido interpretado como una clara señal de que Rusia está dispuesta a intensificar el conflicto y a utilizar armas más avanzadas. Expertos militares señalan que el misil Oreshnik representa una amenaza significativa para la seguridad de Ucrania y sus aliados occidentales.
La comunidad internacional ha condenado enérgicamente el ataque ruso y ha expresado su preocupación por la escalada del conflicto. La OTAN ha convocado una reunión de emergencia para discutir la situación y evaluar las posibles respuestas.
Putin ha advertido anteriormente que el uso de armas occidentales significa que Rusia y la OTAN están en guerra. “Creemos que tenemos el derecho de utilizar nuestras armas contra las instalaciones militares de los países que nos permiten utilizar sus armas contra las nuestras”, afirmó. “Y en caso de una escalada de acciones agresivas, responderemos con firmeza y de manera similar”.
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Respuesta de occidente
Matthew Savill, director de ciencias militares del Royal United Services Institute, señaló que el misil utilizado el jueves tiene un alcance “mucho más allá de cualquiera de los vistos en este conflicto hasta ahora y posiblemente sea el primero en usarse en combate”.
Dijo que el misil era capaz de lanzar múltiples ojivas a velocidades extremadamente altas, aunque son menos precisas que los misiles de crucero o los misiles balísticos de corto alcance.
Escalada en el conflicto
El uso del misil Oreshnik ha generado un nuevo debate sobre la posibilidad de una escalada nuclear. Putin ha advertido en repetidas ocasiones que Rusia no dudará en utilizar todas las armas a su disposición para defender sus intereses. Sin embargo, los expertos advierten que el riesgo de una escalada nuclear sigue siendo bajo, aunque la posibilidad no puede descartarse por completo.
Si Rusia lanza más ataques contra Ucrania con el nuevo misil, avisará de su uso con antelación para permitir que los civiles lleguen a un lugar seguro como un gesto «humanitario«, dijo Putin, añadiendo que a Moscú no le preocupa avisar al enemigo ya que no puede detener el ataque.
El despliegue del misil Oreshnik por parte de Rusia marca un nuevo capítulo en la guerra de Ucrania. Este evento ha elevado las tensiones en la región y ha puesto de manifiesto la determinación de Rusia de continuar con su agresión militar. La comunidad internacional debe actuar de manera coordinada para evitar una escalada aún mayor del conflicto y buscar una solución pacífica.