La ministra de Petróleo de Venezuela, Delcy Rodríguez, denunció el lunes un “ataque terrorista” contra el gasoducto Muscar-Soto, ubicado en el estado Monagas, que ha dejado pérdidas estimadas en 246,9 millones de dólares para la estatal petrolera PDVSA.
Según Rodríguez, el incidente, ocurrido el pasado 11 de noviembre, afectó el 63% de la distribución nacional de gas, generando un impacto significativo en la producción petrolera, petroquímica y eléctrica, especialmente en la región oriental del país.
“Este ataque terrorista al corazón de la producción de gas buscaba mermar la materia prima requerida para el funcionamiento de las plantas termoeléctricas y afectar la producción petrolera, la producción petroquímica, la producción de las empresas básicas y afectar, por supuesto, el servicio eléctrico, principalmente en el oriente del país”, afirmó la funcionaria.
La ministra detalló que las pérdidas se desglosan de la siguiente manera: 157,8 millones de dólares en el sector petrolero y gasífero, 56 millones de dólares en la industria petroquímica, 30 millones de dólares en las empresas básicas y 3,6 millones de dólares en el sector eléctrico.
Rodríguez aseguró que once personas han sido detenidas y puestas a disposición de la justicia por su presunta participación en este acto criminal, mientras que un extranjero involucrado en el incidente se encuentra prófugo.
PDVSA ha implementado planes de contingencia para minimizar el impacto de este ataque en la distribución de diésel y garantizar el suministro eléctrico en las zonas afectadas. Sin embargo, las autoridades advierten que las consecuencias de este sabotaje se sentirán a largo plazo.