La Unión Europea ha anunciado este lunes que evaluará nuevas sanciones contra el gobierno de Nicolás Maduro, en respuesta al continuo deterioro de la situación política y social en Venezuela.
La medida se produce tras la afirmación del bloque europeo de que no considera a Maduro como presidente electo, al considerar que «no ha ganado las elecciones» debido a la falta de transparencia y la ausencia de actas oficiales del Consejo Nacional Electoral (CNE).
En una rueda de prensa desde Bruselas, el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, explicó que la Unión Europea revisará el «sistema de sanciones» contra el gobierno venezolano. Borrell destacó que la UE no reconoce la legitimidad de Maduro, reafirmando su apoyo al pueblo venezolano en su lucha por la democracia.
Apoyo a la oposición venezolana y perspectivas de cambio en 2025
El anuncio llega en un momento clave, con la fecha de cambio presidencial prevista para enero de 2025. La Unión Europea sigue de cerca la evolución de los acontecimientos en Venezuela y busca aumentar la presión sobre Caracas. Además, Borrell se reunió recientemente con el candidato opositor Edmundo González, a quien ofreció el respaldo europeo en sus aspiraciones democráticas, señalándolo como el supuesto ganador de las elecciones presidenciales, basándose en los datos disponibles.
El jefe de la diplomacia europea reiteró que la UE sigue «unida» en su rechazo a la administración de Maduro y que continuará apoyando a la oposición venezolana, que denuncia fraude y manipulación en los procesos electorales. «No reconocemos su legitimidad», afirmó Borrell, al tiempo que insistió en la necesidad de que el CNE presente las actas detalladas de las elecciones para poder validar los resultados.
Sanciones como medida de presión internacional
La UE ha mantenido desde hace años un sistema de sanciones económicas y políticas contra Venezuela, que incluye restricciones a funcionarios clave del gobierno, congelación de activos y prohibiciones de visado. Estas sanciones han sido vistas como un intento de la comunidad internacional para presionar al gobierno de Maduro y buscar una transición hacia un gobierno democrático en el país sudamericano.
La situación en Venezuela sigue siendo grave, con una inflación galopante, altos niveles de pobreza y un éxodo masivo de venezolanos hacia otros países de América Latina. La UE ha expresado reiteradamente su preocupación por la crisis humanitaria y ha instado al gobierno de Maduro a permitir una mayor apertura política y a garantizar condiciones electorales justas para futuros comicios.