Cercana al Polo Norte y en una remota isla se encuentra lo que puede ser la salvación de la humanidad en tiempos de dramáticos cambios climáticos y serios conflictos militares. Se trata de un gigantesco banco de semillas que allí han sido colocadas para ser preservadas en caso de un dramático conflicto nuclear, un inmenso asteroide asesino que chocara contra la Tierra, unas revueltas sociales de gran intensidad, actos terroristas. Es un refugio en el Ártico para un eventual Apocalipsis planetario. Se escogió tal sitio por su baja temperatura, la cual preservará las semillas en caso de un apagón eléctrico, pues el permafrost ártico actuaría como refrigerante natural garantizando una baja actividad metabólica.
Ubicación del Banco de semillas
Se trata de un Banco Mundial de Semillas, o también Cámara Global de Semillas, en noruego Svalbard Globale Frøhvelv, unas 30.000, recogidas en diversos lugares del mundo y que se conservan a una temperatura constante de 18° centígrados en un gigantesco almacén subterráneo localizado en la isla de Spitsbergen, en el archipiélago noruego de Svalbard, cercano a la isla de Groenlandia, a medio camino entre la parte más norteña de Noruega y el Polo Norte. Cuatro meses de casi total oscuridad se experimentan en tan remoto lugar.
Financiamiento
Proyecto financiado por el Gobierno Noruego, el Fondo Mundial para la Diversidad de Cultivos, el Banco Genético Nórdico. La prestigiosa revista norteamericana Time lo calificó en 2008 como el sexto mejor invento del mundo.
La Cámara es supersegura, sellada casi por completo, pues puede soportar sismos de hasta 10 grados en la escala Richter, erupciones volcánicas, radiaciones atómicas, tormentas solares, apagones eléctricos prolongados. Por tal razón se le conoce como la Cámara del fin del mundo. Empezar de cero en caso de un cataclismo natural o humano, una cápsula genética que puede salvar al género humano. Svalbard es una suerte de disco duro externo en el que se pueden recuperarlos archivos en caso de pérdida, enclavado en una profunda cueva de una montaña a 130 metros de profundidad.
Creación del Banco de Semillas
La Bóveda es de creación reciente, pues ha comenzado a funcionar desde el año 2008, habiendo un antecedente de 1984, recibe tres depósitos cada año desde diversas partes del mundo. El doctor Asmund Asdal es el coordinador de la Bóveda dice que es del mundo en desarrollo o países pobres, de donde procede el material genético más valioso que allí se almacena. Consideran su trabajo como una carrera contrarreloj, sobre todo para llegar a las más remotas aldeas del sur del Sahara, o de las Filipinas. El estrés y la urgencia es el día a día en estos tiempos de profundos cambios climáticos. El clima en el que la humanidad ha prosperado durante los últimos 10 mil años ha llegado a su fin, sostiene.
El pasado año 2023 fue el más caluroso jamás registrado y puso en riesgo alimentario grave moderado a unos 2.300 millones de personas, según la Organización Mundial de la Salud. El primer retiro salvador desde Svalbard se realizó en 2015 y su destino fue la atribulada Siria, país devastado por una guerra de casi una década y que destruyó el banco de semillas de Alepo que albergaba 148.000 plantas adaptadas a las zonas áridas. Otros envíos se destinarán a Gaza ocupada por Israel, así como también a Sudán, víctima de una asoladora sequía y una cruenta guerra civil.
Semillas modificadas genéticamente
Otro riesgo inminente tiene que ver con las semillas modificadas genéticamente que han desplazado a las semillas originarias en muchos países. El maíz de los antiguos mayas y aztecas precortesianos, auténtico tesoro genético, ha sido muy difícil de localizar, por ello deberán entrar en contacto con tradicionales campesinos aislados en remotas localidades del sur de México. Son plantas que resisten veranos prolongados intensos y plagas resistentes. Costa Rica aportó cinco variedades de arroz, dos de ellas salvajes, Colombia lo hizo con variedades de guisantes mariposa, la planta de la guindilla fue enviada por Brasil, Perú envió valiosísimas semillas de arcaicas papas y otros tubérculos.
Capacidad del Banco
Una muestra de semillas está constituida por alrededor de 500 semillas envueltas herméticamente en papel aluminio.
El Banco tiene una gigantesca capacidad de almacenamiento de 4,5 millones de muestras y las ha recibido tal como se muestra a continuación:
Año | Especies | Total muestras | . |
2008 | >187 000 | ||
2010 | 500 000 | ||
2013 | 770 000 | ||
2014 | 820 619 | ||
2015 | 4000 | 840 000 | |
2019 | 983 524 | ||
2020 | 1 074 537 |
Otros bancos de semillas
No es Svalbard el único banco de semillas del planeta: se han contabilizado unos 1.750, un recuento realizado por Crop Trust, organización con sede en Alemania que tiene por misión conservar y poner a disposición diversidad de cultivos del mundo para la seguridad alimentaria. En Estados Unidos existe Seed Savers Exchange, un banco genético sin fines de lucro. Otro existe en Gran Bretaña: el Proyecto de Banco de Semillas del Milenio, iniciado en 2000. Su propósito es el de una “póliza de seguros” contra la extinción de plantas del medio silvestre, tales como una rara especie de bambú de África, el oxytenanthera abyssinica. En Australia funciona una Corporación de Investigación y Desarrollo de Cereales desde octubre de 1990. En nuestra patria, Venezuela, existe desde 2022 el Centro de Biotecnología Agrícola, ubicado en los Altos de Pipe, Estado Miranda. En los Andes venezolanos trabaja el Laboratorio de Agricultura de Precisión y Economías Verdes del Centro de Agricultura Tropical del IVIC–Mérida, con el proyecto “Diseño y construcción de un prototipo automatizado para la detección y posicionamiento preciso de semillas”, proyecto supervisado por nuestro exalumno en el Liceo Egidio Montesinos de Carora, Dr. Carlos Leal, integrante del Centros de Agricultura Tropical.
Moraleja
Todo parece indicar que hemos confiado los humanos nuestro destino como especie a los flemáticos e imperturbables noruegos, los mismos que cada año otorgan el Premio Nobel de la Paz en Oslo, su capital. Su sólido gobierno monárquico, así como sus instituciones consistentes y arraigadas, hacen a este culto y pequeño reino septentrional, garantía de nuestra supervivencia en este mundo cada día más convulsionado y peligroso, tal como lo estamos viendo con dramatismo en la Franja de Gaza, sur del Líbano, el Irán de los ayatolás, o en Ucrania, conflagraciones que podrían desembocar, Dios nos ampare, en una guerra nuclear.
Su estabilidad enorme es garantía de que el Banco de Semillas superviva allá en las gélidas aguas noratlánticas, mientras muchos inestables bancos de semillas de países pobres, subdesarrollados y turbulentos se pierden o son destruidos por guerras fratricidas, falta de presupuestos o de personal, catástrofes naturales.
No nos extrañe que este pequeño país escandinavo haya acompañado a Venezuela en la difícil y complicada mediación entre el Gobierno Bolivariano y la Plataforma Unitaria de oposición. Ojalá consigan un rotundo éxito a la brevedad para beneficio de todos los venezolanos.
Luis Eduardo Cortés Riera