Al haber sido arrestado arbitrariamente, no ser enjuiciado como lo establece el Estado de Derecho y negársele oportunamente asistencia médica a pesar de encontrarse sumamente enfermo, evidentemente, la muerte de Jesús Manuel Martínez Medina es un crimen de lesa humanidad.
Así lo manifiesta el exparlamentario Pedro Pablo Alcántara, quien explica que, de acuerdo con familiares de la víctima y su propia organización política Vente Venezuela, el mencionado ciudadano fue detenido por el solo hecho de haber trabajado durante el proceso electoral del 28 de julio en una escuela de Aragua de Barcelona, estado Anzoátegui.
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Si no había cometido ningún delito, evidentemente, la detención fue arbitraria y una vez detenido tenía que haber sido notificado del motivo por el cual fue privado de su libertad. Además de todo eso, se encontraba enfermo de diabetes y la detención agravó su delicado estado de salud, no recibiendo atención médica oportuna y, en consecuencia, se le dejó agravar su situación.
Jesús Manuel Martínez Medina ha debido ser sometido a los cuidados por parte de los órganos que también patrocina el Estado, incluso en las potestades que establece la ley está el local ad hoc, el tratamiento ambulatorio y más allá de estas, la asistencia por parte de la Cruz Roja o cualquier otro organismo de participación activa en la salud pública en el país.