La ola de violencia en el estado Lara no cede. Según datos del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), el 33% de los delitos registrados en la región larense, durante los primeros 10 meses de 2024, corresponden a homicidios.
Los meses de febrero, abril, septiembre, julio y octubre se destacaron por una mayor incidencia de estos hechos violentos, generando una profunda preocupación entre la ciudadanía y las autoridades. La prevalencia de homicidios plantea serias interrogantes sobre la efectividad de las políticas de seguridad y prevención del delito en la región.
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Un panorama desolador
El informe del OVV Lara revela un panorama desolador. El homicidio de un joven de 26 años en febrero, cuyo cuerpo fue hallado desmembrado, conmocionó a la comunidad. Además, el 6% de los homicidios fueron atribuidos a intervenciones de organismos de seguridad del Estado, con las víctimas siendo exclusivamente hombres.
Pero la violencia no se limita a los homicidios. Agresiones, agresiones sexuales, violaciones, secuestros y violencia de género también forman parte de un preocupante cuadro. Cuatro mujeres fueron víctimas de violencia de género, dos de ellas asesinadas por sus parejas.
La crisis como telón de fondo
El OVV Lara señala que la disminución en la cobertura mediática sobre la violencia podría estar relacionada con la censura y el miedo de los informantes. Asimismo, la organización considera que la reducción en el número de homicidios no se debe a mejoras en las políticas de seguridad, sino a una transformación en los factores que impulsan la violencia homicida como consecuencia de la crisis humanitaria compleja.
Sin embargo, advierten que esta disminución no debe ser motivo de complacencia. La crisis ha mitigado algunos factores que fomentan el homicidio, pero no ha abordado las causas estructurales como la desigualdad, la ineficiencia del sistema de justicia y el bienestar de la juventud.