Tanto las universidades, academias e instituciones de la sociedad civil como el pueblo entero no pueden aceptar que el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, pueda hacer posible reformar las leyes electorales, porque, al parecer, las existentes no le convienen al gobierno, y, en consecuencia, se llegue al extremo de violar la Constitución.
La advertencia es hecha por el doctor Miguel Soto, profesional del Derecho, quien en declaraciones a El Impulso manifiesta que muchas veces hay decisiones que en lugar de aclarar oscurecen, sobre todo en material electoral.
Hace escasamente tres meses y medio acabamos de vivir un proceso electoral nacional con base a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela; pero, su resultado no ha sido acatado por el propio Consejo Nacional Electoral, al cual se le ha pedido que presente las actas de votación para corroborar, cómo debe ser, los números definitivos de dicho proceso realizado el 28 de julio. Y lo peor de todo es que el gobierno tampoco lo ha acatado ni legal, ni moralmente, ya que debe ser el primero en hacer respetar el contenido del texto constitucional.
Porque el tema nada más es legal, como el de dar desglosado los resultados: sino que va más allá, porque existe un deber moral y, en este sentido, el pueblo venezolano, que es el que vota y a través del voto toma una decisión, tiene que saber por completo las cosas que están ocurriendo en las instituciones que lo han convocado a ejercer su soberanía.
Ninguna ley puede estar por encima de la Constitución, ni por la pulcritud de un proceso electoral y, en consecuencia, antes que estar llamando a reformar las leyes electorales, a Jorge Rodríguez, quien ha confesado no saber de psiquiatría sino de materia electoral, que él, como integrante de la estructura de poder, cumpla y haga cumplir con el mandato del 28 de julio, que es lo primero en cumplirle al pueblo.
Entonces, ¿cómo es que sale haciendo propuestas legislativas si lo más reciente no se le ha cumplido a la gente, que todavía está expectante porque no ha sido despejada la duda que sembró en el ánimo de la población el presidente del Consejo Nacional Electoral cuando anunció, la madrugada del 29 de julio, un resultado irreversible con supuestamente el 80 por ciento de la votación y no hizo, como antes se hacía, publicar los resultados desglosados en la página digital del mencionado organismo? Hay que tener seriedad con un asunto tan importante como es una elección nacional.
Con lo expuesto, ya en primer lugar, tanto el Poder Electoral como los demás poderes públicos que han estado involucrados en este asunto, deben dar cumplimiento a lo que sucedió el 28 de julio.
Y en segundo término, pero que también puede tener categoría de primero, nada se puede hacer fuera de la Constitución. No se puede hacer un llamado para que las organizaciones presenten proyectos de leyes que violen el texto constitucional, porque éste contiene todas las disposiciones para que funcionen las instituciones y se respete el artículo quinto, que es el más importante porque establece la soberanía en el pueblo y éste está por encima de todo.
Insisto en que no se puede estar oscureciendo lo que debe ser muy claro legalmente, reitera el doctor Soto. No se puede permitir que ninguna ley esté por encima de la Constitución y si se va a modificar la Constitución, inevitablemente, hay que ir a un proceso constituyente. Hay que estar muy atentos, sugiere. Aquí tiene primeramente que respetarse la soberanía del pueblo y éste no puede aceptar que el gobierno pretenda modificar leyes porque ahora no les conviene. Y al lado del pueblo deben estar las universidades, las academias y, por supuesto, toda la sociedad civil organizada.