«El Señor te confirmará por pueblo suyo santo, como te ha jurado, si guardas los Mandamientos del Eterno tu Dios y andas en sus caminos» Éxodo 28:9
En el artículo anterior abordamos el tema de la santidad y como DIOS define lo que es verdaderamente santo. Solamente dijimos lo que DIOS dice. No estamos inventando nada por cuando nos asusta… Sí, nos asusta quitar o poner palabras, hechos, interpretaciones personales, sucesos futuros etc… en boca de Dios, por cuanto DIOS es celoso de su Santa Palabra. En el libro de Apocalipsis 22:18-19 se advierte que Dios castigará a quien añada o quite algo al mensaje que dejó en las SAGRADAS ESCRITURAS y que Él llama profecía. Dice “Porque yo testifico a todo el que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro”… “Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la ciudad santa…” Apoc. 22:18,19. ¿Cómo les parece? Entonces, obviamente, nos ceñimos a lo que Él enseña.
Cuando DIOS se refiere a los santos, no está pensando en los que murieron y supuestamente están en el cielo.. por favor. Sino en los que viven en la tierra y se han apartado para servirle en el proceso de predicar el mensaje de SALVACIÓN. En el libro de los Hechos el escritor, un Pablo arrepentido, lo expone de manera contundente. “… Yo encerré en cárceles a muchos de los santos, habiendo recibido autoridad de los principales sacerdotes; y cuando los mataban, yo daba mi voto. Hech.26:10
En cuanto al libro de Romanos. Una carta escrita por el apóstol Pablo también, a los cristianos en Roma. Considerada como una de las obras teológica más importante del Nuevo Testamento. Solamente en 3 versículos, Pablo sigue aclara quienes son los santos de Dios y donde están. “Porque él, el ESPÍRITU SANTO, conforme a la voluntad de Dios, intercede por los santos» Rom.8:27. “A todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo” Rom.1:7. Y en Romanos 15:25 y 26 no deja dudas. “Más ahora voy a Jerusalén para ministrar a los santos. Porque Macedonia y Acaya tuvieron a bien hacer una ofrenda para los pobres que hay entre los santos que están en Jerusalén” Rom. 15:25,26. ¡Sin desperdicio! En cuanto a la santidad de un día, dice claramente la Escritura. “Y Dios bendijo al séptimo día, y lo declaró santo, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.” Génesis 2:3.
El Creador, Todopoderoso, el Eterno, Omnisciente, Omnipotente, Omnipresente, quien inspiró a los escritores bíblicos del Antiguo y Nuevo Testamento es quien tiene la potestad de determinar qué es lo santo. Y, En cuanto a la santidad de un día, dice claramente la Escritura. “Y Dios bendijo al séptimo día, y lo declaró santo, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.” Génesis 2:3. ¿Más claro?. Es un asunto que está tipificado en la Palabra Sagrada y es allí donde podemos y debemos buscar y no, en las disposiciones humanas.
Abraham Lincoln afirmó. “Creo que la Biblia es el mejor regalo que Dios jamás haya dado a los hombres. Todo el bien que emana del Salvador del mundo se nos comunica a través de este Libro”
¡Hasta el próximo artículo Dios mediante!
William Amaro Gutiérrez
