En la comunidad internacional y en los bloques de poder de la geopolítica, la victoria de Donald Trump genera grandes expectativas y, al mismo tiempo, cautela. Tal es la opinión del politólogo Piero Trepiccione, quien tiene una gran experiencia en el campo electoral, al analizar la narrativa que utilizó el controversial político estadounidense en esta contienda cívica y los antecedentes de su primer mandato.
Uno de los elementos que Trump golpeó duramente fue el multilateralismo, señala. De alguna manera sus acciones de política internacional golpearon a la comunidad internacional en términos de multilateralidad. Y volvió a un esquema de unilateralidad de la política internacional, que antes había tenido George W. Bush, hijo.
Éste, después del ataque a las Torres Gemelas de Nueva York, accionó muchísimo en política exterior de manera unilateral. Trump retomó esa agenda durante su gobierno y ahora que volverá a la Casa Blanca hay rumores, sobre todo en Europa, por sus comentarios acerca de que los Estados Unidos tienen un mayor compromiso económico con la Organización del Tratado del Atlántico, la OTAN.
En el último momento de la campaña, y precisamente el mismo día de la votación, surgió el tema de la economía y el cual fue el privilegiado por los electores.
En ese aspecto, Estados Unidos tiene una deuda con Latinoamérica, incluyendo el Caribe, en el sentido de recomponer una relación que apartando la confrontación sea de integralidad, para que, efectivamente, el tema migratorio minimice su impacto. A Estados Unidos y claro está, a Donald Trump, le interesa que la América Latina no sea tan desigual económicamente como lo es hoy día, sino que sea una región con cierto equilibrio y desarrollo económico, que pueda garantizar mejores condiciones de vida a los habitantes de todos estos países y, desde luego, ver la parte política que ha tenido un impacto en la movilización migratoria de esta parte del continente.
Piero Trepiccione dice que también hay cautela en la comunidad internacional ante la posibilidad de agudizar la guerra comercial con China con el incremento de los aranceles, su posición frente a la invasión de Rusia a Ucrania, sus puntos de vista en torno a la política climática y, en fin, al carácter fuerte que demostró en su primer mandato, a su condición de ser un líder muy expresivo en las redes sociales y de poco prudente en la diplomacia.
La mayor expectativa que hay en el momento es saber si estará el mundo frente al mismo Trump que ejerció la presidencia en el período 2016-2020 o será el Trump de la campaña electoral con una narrativa bastante fuerte, o tendremos a un Trump mucho más aplomado o mucho más estadista, que haya aprendido las lecciones de sus aciertos y errores de su primera gestión.
