La crisis económica en Venezuela ha dejado una profunda huella en todos los sectores del país, y la educación no es la excepción. La Federación Venezolana de Maestros (FVM), alerta que tres millones de niños han dejado de asistir a la escuela.
Según datos de la Federación, un tercio de la población en edad escolar ha desertado de las aulas debido a factores como la hiperinflación, la escasez de alimentos y medicinas, y la precarización de las condiciones laborales de los docentes.
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Precariedad laboral
La precariedad laboral de los maestros es otro factor que ha contribuido al deterioro del sistema educativo. Con salarios que apenas alcanzan para cubrir una pequeña parte de la canasta básica, muchos docentes se han visto obligados a buscar otros trabajos para complementar sus ingresos, lo que ha llevado a una deserción masiva del personal docente.
Crisis humanitaria
La principal causa de esta crisis es la aguda crisis alimentaria que atraviesa el país, la cual impide que tanto estudiantes como docentes puedan acudir a los centros educativos, informa la FVM.
Ante esta situación, muchas escuelas públicas han reducido su jornada escolar a solo dos o tres días a la semana, lo que limita las oportunidades de aprendizaje de los estudiantes. Organizaciones como Fe y Alegría han implementado programas de becas y alimentación para tratar de mantener a los niños en las aulas, pero los recursos son insuficientes para atender la demanda.
A pesar de las dificultades, algunas comunidades educativas han demostrado una gran resiliencia. En el colegio San José Obrero, padres, maestros y estudiantes han unido esfuerzos para reparar las instalaciones dañadas y crear espacios de aprendizaje más seguros y acogedores.
