«Mi pueblo perece por falta de conocimiento» Oseas 4:6
Ojalá y mi familia principalmente. Así como mis amigos, conocidos y muchos amables lectores que semana tras semana bondadosamente toman tiempo para leer estas humildes reflexiones y que profesan su religión heredada no se vayan a molestar. Ni a tomarlo de manera personal.
Lo digo por cuanto hace años escribí sobre este tema y me llamaron así: ¡RIDÍCULO! Pero pensar que vestir de bruja, vampiro o muerto a los hijos. Disfrazarlos, maquillarlos y presentarlos públicamente con esa facha. Y reír alegremente celebrando esas horribles fiestas de Halloween, creyendo es una gracia, es peligrosísimo. Creo que muchos cristianos, al tomar a la ligera este asunto, andan caminando espiritualmente en la cuerda floja. Y esto no es exageración, fanatismo o ridiculez nuestra, por cuanto, ni las cosas de Dios y tampoco las del diablo son cosas tontas.
Subestimar la acción del enemigo de Dios, tomando estas orientaciones como exageradas o fanatismo, es una de las estrategias más poderosas del “gran adversario”, lo cual puede traer consecuencias muy lamentables en el futuro. Creer que no existe, que son cuentos tontos, absurdos heredadas de abuelos supersticiosos, es tremendo error.
No en vano Dios concluyó que en el pasado, en el Antiguo Testamento, su pueblo, que era el Israel literal, pereció por falta de conocimiento. Por ignorar a conciencia las directrices bíblicas y llevar la vida «coqueteando» con él fueron permanentemente esclavizados, muertos y esparcidos por tierras y regiones desconocidas.
Hoy, ahora, en este momento el pueblo de Dios somos nosotros los cristianos y la amonestación es la «mismita» de ayer. Satanás sí existe, no es simple ignorancia. Vive acá en la tierra con su seguidores los ángeles diabólicos ,DIOS no lo creó, Él decidió desobedecer y terminó siendo lo que es y la Santa Biblia lo expone de manera clara. “Y hubo una gran batalla en el cielo. Miguel y sus ángeles combatieron al dragón, y el dragón y sus ángeles combatieron; pero éstos no prevalecieron, ni se halló más lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera ese gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, que engaña a todo el mundo. Fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él. Apoc.10:7-9.
He allí la evidencia clara que el HORRIBLE está entre nosotros. Estas “fiestitas inocentes”, que muchos cristianos celebran incautamente, propicia la ocasión para que sus conductas sean dirigidas por el enemigo de la Salvación y se precipiten a la tragedia. Es probable que pase el tiempo y no suceda nada. Que todo transcurra con tranquilidad, pero en el momento que menos lo esperan el malo cobrará. Sea como niño, adolescente, adulto o anciano, este TERRIBLE personaje le pasará factura. ¡CRÉALO!
¡Hasta el próximo Artículo DIOS mediante!
William Amaro Gutiérrez